Dios los bendiga hermanos y hermanas:
Tengo un testimonio breve para demostrar que Dios siempre está pendiente de nosotros. Con mi esposo trabajamos en FedEx y somos conductores comerciales. Recorremos más de 48 estados y tenemos que ofertar por muchos de los cargamentos que transportamos, algunos nos los dan y otros no. Un día en particular, entregamos nuestra carga en Colorado y estábamos esperando que saliera un cargamento que podíamos recoger cerca de allí. ¡Finalmente salió! Quedaba a solo 26 kilómetros.
Ofertamos y estábamos seguros de que aceptarían por lo cerca que estábamos. Pero nos llamaron para avisarnos que no. Luego de enterarnos de que nos negaron el cargamento, ambos comentamos: “Que Dios diga ‘no’ es tan bueno como si hubiera dicho ‘sí’” y decidimos alabarlo a Él de todos modos.
Revisamos de nuevo nuestro tablero de despachos por si algo nuevo salía y después de todo terminaron asignándonos ese cargamento. No sé cómo pasó, pero ¡gracias al Señor! Estábamos dispuestos a aceptar el “no” y lo alabamos a Él de todas formas; pero, Él intervino y nos envió un “sí”. Nos complace depender de Él y saber que siempre está pendiente de nosotros.
La Hermana Tamara
Estados Unidos