Me gustaría compartirles una experiencia hermosa que viví en el reciente Tiempo a Solas del 3 de febrero del 2018.
Cuando acababan de anunciar el sermón que leeríamos (Un absoluto), recuerdo que pensé que sería un sermón muy oportuno, pues en verdad necesitaba repasar cuál es y dónde está mi absoluto.
Recibí muchos ánimos escuchando al Hermano Branham en ese sermón y recordé que mi absoluto es la Palabra de Dios y lo que dice la Biblia: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7), lo cual fue mencionado en el sermón.
La Palabra de Dios es mi absoluto y el requisito para recibir cualquier petición es permanecer (que significa ‘mantenerse en un mismo lugar’) en Él y que Sus palabras permanezcan en mí.
Cuando terminé de leer el sermón, sentí mucha fe, tanta que podía pedirle a Dios lo que fuera en ese momento y Él lo concedería.
Me arrodillé por unos minutos antes de que nos llamaran al salón y oré. Tuve por cierto que Dios me escuchó, así que regrese al salón muy emocionada.
Luego, ustedes volvieron a la plataforma y nos pidieron que cantáramos Crea en mí un corazón puro. Me esforcé por retener las lágrimas. Intenté convencerme de que, como estaba en público entre muchos desconocidos y no en la iglesia, me sentiría incómoda llorando delante de ellos, pero no pude contenerme. Me sentí rodeada de semejante Presencia, con tan grande consuelo y emoción de que Dios estaba conmigo y se encargaría de todo. Y sé que Él lo ha hecho.
El tiempo restante que pasamos participando en los distintos juegos también me pareció muy interesante. Todos se veían muy entretenidos y alegres.
Les agradezco nuevamente por sus muchos empeños en nuestro favor. Dios los bendiga ricamente y los recompense a todos en abundancia.
Catherine Idisi
Asamblea Cristiana Local
Lagos, Nigeria