Dios los bendiga, santos:
Quiero que le agradezcan a Dios conmigo por salvar a mi hijo, Ronald, quien terminó en medio del ataque terrorista del martes (15 de enero) que ocurrió en el edificio donde trabaja, en Nairobi, Kenia.
Ronald corrió a esconderse con sus compañeros. Unos se refugiaron en un pequeño cuarto bajo las escaleras y Ronald en un baño con otro compañero. Ronald nos mantuvo informados por mensajes de texto, mientras los terroristas asaltaban oficina tras oficina hasta que encontraron su escondite.
En ese momento ya había enviado peticiones de oración urgentes a algunos santos. Un terrorista sacó al compañero de mi hijo del baño donde se escondían y lo mató de un disparo, pero nunca regresó por mi hijo.
Dios cegó al terrorista o hizo que mi hijo fuera invisible para ellos. Aún no puedo comprenderlo, pero el profeta nos enseñó que Dios obra de maneras misteriosas para llevar a cabo Sus maravillas.
Santos, les pido que sigan recordando a mi hijo en sus oraciones (para que le rinda su alma a Cristo), pues este es el segundo tiroteo que ha presenciado; el primero ocurrió en enero del 2015. En este incidente los agresores atacaron el vehículo de servicio público en el que él viajaba. Le dispararon al vehículo y a mi hijo lo impactó una bala, que le fracturó el fémur. Su pierna ya se recuperó. Después Dios le proveyó un trabajo en Cellulant, donde ocurrió el ataque terrorista del martes y murieron seis compañeros de Ronald.
Dios los bendiga ricamente,
La Hermana Mercy Mbuthia
Kenia