17/04/2018
La audiencia de la radio

Aun las Palabras de Jesucristo que habló cuando estuvo aquí en la tierra están pasando por este cuarto. Eso nunca muere. ¿Cuántos saben que eso es científicamente la verdad? [La congregación dice: “Amén”.—Editor] Bueno, ¿qué es? Entonces el Espíritu capta esa palabra que ha sido escrita y la manifiesta. ¡Oh, gloria!

El Dios que es rico en misericordia (65-0119)

Queridos amigos:

Les comparto un testimonio maravilloso del PODER de las CINTAS. Están VIVAS, con la unción de lo que el profeta le pidió al Padre que enviara: “el evangelio que atestigua la resurrección de Jesucristo” por medio “de las ondas de éter de la radio”, para sanar a los que escuchan.

Anoche me desperté con una jaqueca terrible. Llegué a pensar: “Umm, es tan grave que debería ir al hospital”. Eran como las 4:30 a. m. y, en cambio, comencé a escuchar en mis auriculares la cinta de la Cita del Día, para ahorrarme tener que buscar un Mensaje.

Me quedé dormido y, al levantarme pasado un rato, el dolor seguía muy intenso. Mientras el Hermano Branham se encargaba de la línea de oración, hermanos y hermanas, él dijo e hizo algo que nunca había oído en una cinta. Él oraba por alguien en la línea de oración y decidió detenerla para orar por los oyentes de la radio, pidiéndole al Padre que el Poder de la Resurrección se difundiera por “las ondas de éter de esta radio” y sanara a todos los oyentes.

Después retomó la línea de oración.

Que repose sobre nuestro hermano el poder sanador que se le dio a la iglesia el día de Pentecostés, mientras impongo las manos sobre él, como confirmación de que creo que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Amén.

¿Lo creen? Que los oyentes de la radio… mientras oramos por aquellos en la radio…

¡Oh!, Dios, a lo lejos en la audiencia de la radio, que el Espíritu Santo repose sobre aquellas personas allá y que el enfermo sea sano en todas partes. Que oigan ahora; la fe viene por el oír. Y que el Evangelio que atestigua la resurrección de Jesucristo llegue por las ondas de éter de esta radio y sane a todos los enfermos que están escuchando. Aunque estén en la taberna, el billar, dondequiera que estén, que sean sanos ahora mismo de pecado y enfermedad, en el Nombre de Jesucristo.

Ahora, debemos continuar con la línea de oración.

¿Qué oyes, Elías? (59-0412e)

No podía creer lo que escuchaba y que sucedió exactamente cuando me desperté. Agradecí al Señor. El dolor de cabeza de inmediato empezó a disminuir. Me dormí y me desperté sin dolor de cabeza y con un gozo duradero por cuanto el Padre le permitió al Hermano Branham ver a la audiencia de la radio “a lo lejos” muchos años después.

Creo firmemente que él me vio y eso estaba destinado a MÍ; que me vio con el dolor de cabeza, mientras predicaba en esa línea de oración. Amén. Me maravilla Su perfecta puntualidad: que en el mismo día que se asignó “aleatoriamente” esa cinta predicada en 1959 a la Cita del Día del sitio web, diera la “casualidad” de que yo sufriera esa fuerte jaqueca y me despertara exactamente cuando el profeta interrumpió la línea de oración para orar por la audiencia de la radio y luego prosiguió con la línea de oración.

Él es tan PERFECTO. Para mí las cintas SON el Espíritu Santo. Son mi Señal y mi Absoluto. Y, como si no fuera suficiente bendición, el Señor se preocupa tanto por nosotros que se encargó de los detalles de CÓMO íbamos a escuchar Su Palabra “a lo lejos” en la audiencia de la radio.

“Los profetas de Dios no cometen errores” (62-053).

Anónimo