22/05/2018
Él sigue llamando

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

I Pedro 5:10

De todos los milagros y las obras que Dios hace alrededor del mundo, no hay nada más maravilloso que ver una vida transformada. Que estos dos testimonios de Sudáfrica les alegren el día y los animen a seguir luchando.

A principios de este año, empecé a plantearme muchas preguntas con respecto a la Palabra. Quería saber más y creo que Dios usó a mi amigo para llevarme a ese punto, pues él también tenía inquietudes sobre el Mensaje y la Palabra en general.

Empecé a prestar más atención en la iglesia y, con el tiempo, terminé escuchando la Voz de Dios de vez en cuando. La Voz de Dios me influenció a rendir mi corazón a Jesús y un día en nuestro servicio, habiéndola ignorado como en dos ocasiones anteriores, pasé adelante. Esta vez supe que no podía continuar ignorándola.

En esa época, seguía muy confundido y no estaba seguro de cómo proseguir. Empecé a escuchar más cintas y leer la Biblia, y ahora acostumbro a dedicarme al Tiempo a Solas, orar, leer la Biblia y escuchar la Voz de Dios. La Voz siempre hace énfasis en recibir el Espíritu Santo y creo que ya soy un candidato, ya que me bauticé el 12 de diciembre del 2017.

Estoy agradecido con Dios por cambiar mi vida a pesar de todos los errores que aún cometo. Sé que Él seguirá transformándome hasta que pueda llevar una vida como la que Dios quiere.

James Ockhuis

Ciudad del Cabo, Sudáfrica


Soy una hermana de 22 años de Upington y actualmente estudio en Ciudad del Cabo. Cuando entré a la universidad, se me dificultó encontrar alojamiento y apoyo económico para la matrícula. Por la gracia de Dios, el Señor me proveyó el hospedaje, pero el verdadero problema era la matrícula. Aspiraba a un subsidio, pero no lograban encontrar mi solicitud. No tenían ningún registro que confirmara que me había inscrito. Los creyentes oraron, pero me sentía muy desanimada. Cuando estaba a punto de rendirme, el Señor respondió. Encontraron mi solicitud y hasta el día de hoy no tengo idea de qué ocurrió. Yo diría que se trató de un milagro.

Con todas esas pruebas, me di cuenta de que Dios estaba hablándome personalmente. El Señor me había buscado hacía unos años, pero me mantuve huyendo. El temor de obedecer el Mensaje se apoderó de mi vida. Sufrí mucho por eso.

Sin embargo, el Señor me llamó de nuevo en la iglesia (el 22 de octubre del 2017, un domingo) y otra vez me atemoricé. Fui a casa y oré para que Dios me concediera sabiduría, pero siempre que oraba, Lo sentía muy distante.

Una vez más, el Señor me volvió a visitar cuando escuché la Cita del Día del 24 de octubre del 2017, del sermón titulado ¿Por qué? El Hermano Branham mencionó exactamente lo que estaba enfrentando: el TEMOR. Él dijo que no debíamos atemorizarnos de la Palabra de Dios, pues su propósito es ayudarnos; no lastimarnos. Ese día supe que Dios mismo estaba hablándome por medio del Hermano Branham y me rendí completamente.

Estoy tan agradecida por Su gracia, la cual sin duda no merezco.

Quiero agradecer a cada creyente que no se dio por vencido conmigo: a aquellos que oraron, a mis padres, a mi pastor y su familia, y a VGR por publicar la citas. Han sido de gran bendición para mí y todas las mañanas las escucho antes de partir a la universidad. También escucho el Mensaje de la hora.

Me gustaría animar a todos los jóvenes para que no titubeen ni procrastinen cuando Dios los llame. Escuchen esa Voz apacible y delicada, y síganlo de inmediato.

Dios los bendiga,

Luzane Assegaai

Upington, provincia Cabo del Norte, Sudáfrica