En mi país, Nigeria, a los jóvenes graduados se les exige prestar servicio por un año, en el Cuerpo Nacional de Servicio de Jóvenes (NYSC); yo lo cumplí entre el 2015 y el 2016.
Por lo general, el uniforme incluye pantalones blancos, cortos o largos, tanto para mujeres como para hombres, lo cual es muy complicado para las creyentes del Mensaje.
Estuve orando para que Dios me permitiera completar con éxito el servicio obligatorio, como Él siempre se lo ha permitido a hermanas nuestras. Así que cosí mis faldas de colores blanco y caqui. Estaba decidida a usarlas.
Cuando llegué, conocí a una hermana que también usaba faldas. Después de algunos días, las autoridades del campamento nos detuvieron para interrogarnos. Nos enviaron a la sala de seguridad para responder ante una audiencia.
Al final nos expulsaron del campamento. Esto cuestionó a otros jóvenes, pero muchos se burlaron de nosotras. Nos trasladamos del campamento a la casa de un pastor en un estado cercano, sin saber qué sucedería. Los hermanos locales y de todo el país permanecieron en oración y entonces DIOS RESPONDIÓ.
Pasados unos tres días, volvieron a enrolarnos. Las autoridades se disculparon por habernos tratado mal y nos pidieron que continuáramos.
Para la gloria de Dios, completamos nuestro año de servicio satisfactoriamente.
Dios nos protegió y también nos proveyó una iglesia del Mensaje.
Dios respalda a los que se mantienen firmes por Él.
La Hermana Rejoice
Ibadan, Nigeria