31/03/2020
Ministerio de la prisión en Sierra Leona

Recibimos este testimonio de parte del Hermano Musa Macarthy, bibliotecario y distribuidor de VGR en Sierra Leona, África. 

¡Saludos en el Nombre de Nuestro Salvador Jesucristo!

Por la gracia de Dios, mi hermano, hoy envío este video corto junto con este correo electrónico con respecto a nuestro querido hermano, Prince Kaikai, quien recibió la preciosa Palabra de Dios en la prisión de Sierra Leona, Centro Correccional de la ciudad de Bo.

Nuestro precioso Señor Jesucristo, Quien es el Redentor y el Salvador, liberó al hermano y salió de prisión. ¡Gloria a Dios! Mientras se encontraba en prisión estaba muy interesado en la verdad. Hoy, el Hermano Prince es muy celoso de la preciosa Palabra de Dios. Sale a la calle con libros del Mensaje y tratados para hablarle a la gente de nuestro Señor Jesucristo. ¡Amén!

Contó que antes estaba en el mundo y no encontró ninguna presión buena, pero agradece al Espíritu Santo por Su divina Gracia y Misericordia.

Dios los bendiga ricamente

El Hermano Musa

Bibliotecario de VGR

Sierra Leona

El siguiente es el testimonio del Hermano Prince:

Mientras estaba en prisión, me decidí y dije: “Esta no es mi vida. No sé si tendré más esperanza, así que seré fuerte". Esa fue mi decisión.

Afortunadamente, el Hermano Macarthy de la Voz de Dios visitó esta prisión e instaló una biblioteca allí. Solíamos ir a esa biblioteca y leer sobre un profeta. Pregunté: "¿Quién es este hombre, William Marrion Branham?". Me contaron que era el séptimo mensajero y me hablaron con respecto al libro, un misterio, un Mensaje... Me convencí al ver el compromiso del Hermano Macarthy con los prisioneros.

La prisión era un infierno. Reinaba el dolor. Mucha persecución y castigos. De no ser por la Voz de Dios, nunca habría recibido una segunda oportunidad: la opción de servir a Dios. Solían ir a prisión y contarnos sobre Cristo y el Mensaje del profeta. Entonces desafié a Dios. Dije: “El 14 de febrero es mi cumpleaños. No quiero pasar mi cumpleaños en la cárcel. Oré por este asunto en la iglesia y en la celda de prisión. Con fe acudí a Dios y me liberaron. Desestimaron el caso y no me procesaron.

Cuando obtuve mi libertad, la primera persona que contacté fue el Hermano Macarthy y fui a la biblioteca a leer los libros. Pero mi nueva fe fue probada. Le pedí a un muchacho que le pidiera la llave de mi casa a otro joven y se la entregara a mi vecino; pero, con mi llave, entró en mi casa, la destrozó y robó todo, hasta la ropa de cama. Sentí la convicción de parte de Dios de perdonarlo. Fue difícil hacerlo.

El Hermano Macarthy y otro hermano solían venir a orar conmigo. Durante ese tiempo fue todo un reto, pero, por la Palabra, lo dejé pasar.

El celo del Hermano Prince continuó aumentando a medida que contaba su testimonio y el Hermano Macarthy grabó algunas de sus alentadoras palabras para nosotros. El siguiente video es del Hermano Prince, un recluso que fue liberado recientemente en Sierra Leona, África, y que encontró la Palabra de Dios dentro de la prisión y hoy está difundiendo el mismo Evangelio.

Fotografías

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