25/03/2016
¡El Día de días!

¡Los saludo en el nombre de nuestro Señor y Salvador resucitado, Jesucristo!

Oro para que, en la víspera del fin de semana de Pascua, todos los que estén leyendo esta carta tengan presente lo que el Señor hizo por nosotros hace 2000 años. Es el día que celebramos la muerte, la sepultura y la resurrección de nuestro Señor Jesús. No solo significó que fuéramos lavados de nuestros pecados y quedaran en el mar del olvido de Dios, ¡sino que también anuncia otra resurrección!

El profeta nos dijo:

Y yo creo que es la gran coronación del Evangelio Completo, es la resurrección, y sus Divinas promesas, y la consolación que da a aquellos que están confiando en ella. Porque promete la gran unión de nuestra reunión otra vez. Promete, y el—el desvanecimiento de todo pecado. Promete el desvanecimiento de toda deformidad, todos los sufrimientos que hemos tenido en ésta, por los que tuvimos que pasar, en esta vida. Promete, y el desvanecimiento de todo ello. Promete que aun la muerte perderá su agarre, y resucitaremos en la semejanza de Jesús. Así que, en mi opinión, la resurrección es la más grande de todas las promesas en las cosas de la Escritura. Allí es donde lo selló.

Y la última Pascua, cuando yo estaba predicando sobre las cinco cosas de:

En vida, Él me amó; al morir, Él me salvó;

Al ser sepultado, Él llevó lejos mis pecados;

Pero, al resucitar, Él me justificó gratuitamente para siempre.

Ese es el Día para mí, ¡ese gran Día de días! Y de ver lo que significará, para todos nosotros, en la resurrección, mientras obramos y esperamos ¡ese bendito Día de días!

59-0510M

Como todos nosotros, anhelo adorar a nuestro Señor junto a mis compañeros creyentes. Aprecio mi tiempo a solas, en el que solo nos encontramos Él y yo; pero algo distinto y más poderoso ocurre cuando se adora en armonía, con otros hermanos y hermanas, especialmente durante la Pascua. Mientras el frío y oscuro invierno se desvanece y Dios restaura la vida en la tierra, es inevitable pensar en estas palabras del primer mensajero de la edad:

Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados JUNTAMENTE con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

1 Tesalonicenses 4:16 y 17

 

Una de las promesas mayores de la Biblia nos dice que nos REUNIREMOS con nuestros compañeros creyentes en esa gran mañana de resurrección y que NUNCA MÁS SALDREMOS DE LA PRESENCIA DE NUESTRO SEÑOR JESÚS. ¡Cuánto anhela mi corazón ese día!

Desafortunadamente, en nuestra estadía en la tierra, seguimos separados por la distancia. Este año, quería que la mayor cantidad posible de personas se reunieran en Jeffersonville con motivo de los servicios de la Pascua; pero sencillamente no disponemos del espacio.

Mientras meditaba y oraba sobre qué hacer por los creyentes en el Tabernáculo, me sobrevino el pensamiento: SÍ podemos estar juntos. Quizás no podamos reunirnos en la iglesia este fin de semana, pero ¡sin duda alguna podemos adorar al mismo tiempo! Inspirado en la cadena de oración del Hermano Branham, fijé un horario para los miembros del Tabernáculo, el cual representa las horas en que oraremos o escucharemos al profeta aquí en Jeffersonville. Ciertamente no quiero interferir en los planes de su iglesia (allí está su puesto del deber); pero si no tienen un lugar donde congregarse o están disponibles en alguna de estas horas, nos daría gusto que nos acompañaran. Esto sé con certeza: ya sea que escojan una o todas estas horas, TODOS recibiremos una gran bendición este fin de semana de Pascua.


Viernes

Por favor lean Mateo 26 y 27 para prepararse para la oración de las 3:00 p. m.

3:00 p. m.: Cadena de oración en conmemoración de la crucifixión del Señor

7:00 p. m.: La perfección (57-0419)

 

Sábado

7:00 a. m.: Tiempo a Solas Mundial

9:00 a. m.: Únanse en oración

12:00 p. m.: Únanse en oración

3:00 p. m.: Únanse en oración

7:00 p. m.: El entierro (57-0420)

 

Domingo

5:00 a. m.: Levantémonos

6:00 a. m.: El gran y poderoso Conquistador (57-0421s)

9:00 a. m.: Cadena de oración los unos por los otros

9:30 a. m.: Ya salido el sol (65-0418m)

12:00 p. m.: Únanse en oración

3:00 p. m.: Oren recordándose mutuamente y agradeciéndole a Él por este maravilloso fin de semana y nuestro gran deseo de escuchar otro mensaje

7:00 p. m.: Cuando les fueron abiertos los ojos, Le reconocieron (57-0421)