19/03/2019
La simplicicidad

19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

Mateo 18:19

Quizás no parezca muy significativo; pero, cuando el refrigerador de esta familia se averió, nuestro hermano oró para encomendárselo al más cualificado, nuestro Señor Jesús. Una vez más, ese “pedacito de tela” se usó conforme al libro de Hechos. Seguramente ya saben lo que pasó. Él nunca está demasiado ocupado como para ayudarnos con las “cositas insignificantes” de nuestra vida.

Testifico que el 13 de febrero del 2019, a primera hora de la mañana, como a las 7:00 a. m., mi refrigerador dejó de funcionar.

Cuando vimos lo qué pasó, notamos que el motor se había quemado. No funcionó durante todo el día. En la tarde, cuando llegué a casa después de un arduo día de trabajo, aún no funcionaba.

Después de leer un capítulo de la Biblia y ofrecer una breve oración, admito que estaba un poco desanimado, pero coloqué el paño de oración en el motor del refrigerador y me fui a dormir (Marcos 10:27).

Cuando me desperté a la mañana siguiente, el refrigerador estaba funcionando normalmente y el contenido no se había dañado.

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El Señor conservó todos nuestros alimentos. ¡Gloria al Nombre del Señor!

El Hermano Evangelista José Cardoso

Brasil