30/03/2018
Pascua del 2018

En este glorioso fin de semana de Pascua, queremos reflexionar en el amor incomparable de nuestro Señor y Salvador. Que el Señor Jesús les conceda a todos un fin de semana maravilloso. ¡Los amamos! 

Cuando esa Sangre preciosa e inalterada del Dios Todopoderoso goteaba de las venas de Emanuel, Él le arrancó esa alma. Él dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué Me has desamparado?”. Su rostro lleno de escupidos de burla, una corona cruel de burla incrustada en Su frente, Sus clavos enterrados, eran clavos romanos, Su espalda lacerada a tal grado que Sus costillas quedaron expuestas, colgado en la cruz, clamando, muriendo la muerte de un pecador, el pecado del mundo sobre Él. Y allí Dios abrió Su costado, le arrancó el alma, cuando Él dijo: “En tus manos encomiendo Mi Espíritu” e inclinó Su cabeza. Y la tierra se estremeció y vomitó sus rocas. Allí está Él; allí está el Pacto de Dios. Allí está su cumplimiento.