Me gustaría compartir un breve testimonio. Estaba sentada en el sofá cantándole a mi bebé de cuatro meses: “Jehová Jireh cuida de mí”.
Mi hijo de seis años pasó por ahí y comentó: “¿Y qué si Él no cuida de mí?”. Entonces le contesté: “Solo escucha el mensaje de hoy y oirás al Hermano Branham mencionarlo”.
Hice ese comentario pensando en que escucharíamos algo relacionado, pero no esperaba lo que ocurrió después.
La cinta de ese día fue ¿Quién es este Melquisedec? Mientras escuchábamos, el Hermano Branham dijo:
Saben, me gustaría cantarles un canto, todos juntos, antes de que vayamos a la Palabra. Sólo para... para que sepamos que Dios... Sólo una breve dedicación. ¿Han oído alguna vez el canto Él cuida de ti? “En sol y dolor, Él cuida de ti”.
Mi hijo y yo intercambiamos miradas y sonreímos. Mientras cantábamos al unísono con el Hermano Branham, mis ojos se llenaron de lágrimas al pensar en que Dios se preocupó tanto por mi hijo de seis años que hizo que nuestro amado profeta le cantara.
La Hermana Sarah