02/05/2016
El que oiga Mi Voz

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Apocalipsis 3:20

De aldea en aldea y hasta en lo profundo de la sabana africana, el equipo de Malaui sigue difundiendo la Luz del Evangelio. El último informe corresponde a un fin de semana en el que sesenta almas se rindieron al Señor Jesús, de las cuales, cuarenta y nueve, ¡asistieron a un servicio de cintas! Los resultados no solo se vieron reflejados en los nuevos convertidos, también vimos iglesias reuniéndose en torno al denominador común que compartimos todos: la voz del séptimo ángel, el mensajero William Marrion Branham. 

Me gustaría informarles que la reunión de Cintas del fin de semana resultó un éxito.

Regresamos al distrito de Machinga, donde visitamos otros tres centros. Machinga es un distrito densamente poblado con aproximadamente 627.400 habitantes. La mayoría son musulmanes y las pocas iglesias que hay están divididas por problemas doctrinales.

Es necesario que el equipo de VGR de Malaui siga visitando ese distrito para restaurar la voz vindicada del profeta y animar a la gente a quedarse con la enseñanza de las cintas.

Partimos en la tarde del viernes, 15 de abril. Nuestra primera parada fue en Matope. Cuando llegamos ya era de noche, sin embargo, eso no impidió que organizáramos un servicio de cintas. 

En cuanto llegamos, procedimos a instalar el equipo y en menos de nada todo estaba listo para comenzar. La gente desafió la oscuridad y se dirigió hacia la luz que despedían las bombillas que rodeaban el lugar de encuentro. La música proveniente del sistema de sonido creó una atmosfera de entusiasmo. Ese lugar es muy remoto y algunos seguramente nunca antes habían presenciado las maravillas de la electricidad.

El líder de la región también asistió a la reunión de la noche y expresó su complacencia.

Dentro de poco se había congregado una multitud y como era tan tarde empezamos el servicio de cintas de inmediato. Solo escuchamos una cinta y después bautizamos a cuarenta y nueve personas. Cuando bautizamos a la última ya casi era medianoche. Ellos desafiaron la oscuridad y los helados vientos nocturnos; fue muy alentador. 

Ya para terminar, nuestro generador Honda envió una fuerte descarga eléctrica al equipo, la cual estropeó el mezclador y los dos altavoces. Esto alteró nuestros planes y nos dejó devastados.

No me quedaba otra opción que regresar a Blantire para que algún técnico solucionara el problema. Cuando llegamos a casa decidimos probar el mezclador; todo ya estaba funcionando excepto los altavoces. El diablo quería perturbar el gozo que sentíamos al servir al Señor. 

Al día siguiente, sábado, 16 de abril, retomamos nuestro viaje a un lugar llamado Nafisi. Allí organizamos dos servicios y bautizamos a once personas. El domingo nos dirigimos a Mang'amba, donde otras doce fueron bautizadas.

La semilla ya está plantada y Dios la está regando. Los creyentes están bautizando cada vez más en todos los lugares que visitamos anteriormente, aun mucho después de que partimos. Indudablemente las cintas están produciendo el efecto deseado.

Gloria a Dios; trabajaremos hasta que Jesús venga.

El Hermano Saidi

Fotografías