26/04/2016
Cosechando el trigo

En 1988 se despacharon de Jeffersonville los primeros libros y cintas para Bolivia, destinados a las únicas tres iglesias que conocíamos en la ciudad de La Paz. Hoy en día, hay unas veinte iglesias en La Paz y muchas más en las zonas rurales. Llevamos veinte años suministrando la Palabra a los bolivianos, pero los viajes de distribución en ese país aún pueden ser extremadamente difíciles. Bolivia es una de las regiones más inasequibles debido a la diversidad de climas y el sistema vial, el cual se considera uno de los más peligrosos del mundo. Lluvias torrenciales, derrumbes y bajas temperaturas son algunos de los peligros que enfrentan los misioneros cuando llevan la Palabra a las montañas bolivianas.

Recientemente, el Hermano Juan Tarqui, distribuidor de VGR, emprendió uno de esos viajes a la región montañosa de La Paz. Lo que el equipo encontró cuando llegó da testimonio de la obra que se ha llevado a cabo durante las últimas tres décadas.

¡Los saludo en el Nombre del Señor Jesucristo!

El domingo, 10 de abril, habiendo clasificado y ordenado durante unas horas el nuevo material que acababa de llegar de Jeffersonville, partimos del centro de La Paz a las afueras de la ciudad. Planeábamos visitar una iglesia de cuarenta creyentes. Cuando llegamos recibimos la maravillosa sorpresa de encontrar a la iglesia local en pleno servicio bautismal junto a un río cercano.

Estaban bautizando a veinte convertidos. La presencia del Señor era tan real que era difícil retener las lágrimas. Aun después del servicio, vimos hermanos y hermanas conmovidos por la preciosa atmosfera que se sentía en el campo. El pastor nos comentó que en los treinta años que lleva en el ministerio nunca había presenciado algo así.

Esta iglesia trasmite los domingos por la mañana un programa radial para difundir las Buenas Nuevas del Mensaje de la hora. La mayoría de la congregación local reconoció la Verdad gracias a este programa. El pastor está particularmente agradecido con la oficina de VGR, pues en los primeros años ayudamos a que se trasmitiera el programa en la emisora de radio.

Pasamos un tremendo tiempo de compañerismo con nuestros hermanos y hermanas, quienes siguen lanzando la red en las altiplanicies de Bolivia para traer las preciosas Semillas de Dios a Su alfolí.

¡Dios los acompañe!

El Hermano Juan Tarqui

Bolivia

Fotografías