Queridos hermanos y hermanas en nuestro Señor Jesucristo:
Tengo un testimonio que contarles, que desde hace siete meses he querido compartir. Puede parecer extraño que esto se considere un “testimonio", pero es algo que arde en mi corazón: contar la muerte de mi padre.
Nací en una familia de la denominación del Cristianismo ortodoxo. Toda mi familia (padre, madre, hermanas y su familia, parientes, vecinos, todos) pertenece a la fe de la denominación. Mi padre era el maestro principal de la escuela dominical de esa denominación. En 1998, cuando tenía 18 años y estaba en la universidad, conocí el "Mensaje" y al "Mensajero de la hora". Me bauticé según Hechos 2:38. Desde entonces mi familia estuvo fuertemente en contra de mi creencia.
Satanás siempre trató de causarme problemas. Pasé por una situación crítica con mi hijo pequeño, cuyo testimonio compartí en VGR en el 2016: “El milagro del pequeño John”. Pero en cada problema, mi Padre Celestial me acompañó, siempre derrotó a Satanás y me mostró Su Sublime Gracia.
En noviembre del 2018, mi padre (a los 71 años) fue hospitalizado debido que presentaba sangre en la orina. Era un paciente diabético. Después de examinarlo, el médico recomendó una cirugía de la próstata. El día de la cirugía, antes de ir a la sala de operaciones, se discutió en la sala del hospital con respecto a mi fe. Mi padre y mi madre se opusieron firmemente a mi fe, y mi padre reprendió el Mensaje del Hermano Branham. Después entró en cirugía.
Al segundo día después de la cirugía, sufrió un ataque al corazón y fue trasladado a la unidad de cuidado cardíaco (UCC). Sus dos riñones fallaron y empezó a necesitar diálisis diariamente. Contrajo neumonía y su condición empeoró día tras día. Coloqué un libro del Mensaje, La voz de Dios en estos últimos días, debajo de su almohada. Oré: "Dios, no quiero perder esta batalla. Estoy siguiendo la Verdadera Palabra de Dios vindicada por la Columna de Fuego. Por lo tanto, este caso no debería ser un caso normal, como pasa con los incrédulos en el mundo. Mi Dios tiene que hacer algo y dejar que mi familia lo vea. Dios, estoy de acuerdo con que cada ser humano tiene que morir. Por lo tanto, no estoy en contra de la voluntad de Dios. Pero en este caso, por favor, no lo dejes morir en el hospital. Permítele ver a sus tres hijos (a mis dos hermanas y a mí, una de ellas estaba en los Emiratos Árabes Unidos) y a sus seis nietos, y que muera en nuestra casa. Dios, por favor, habla con mi padre antes de que deje este mundo".
Oré a Dios con lágrimas; mis hermanos oraron. Un día, entré en la UCC para ver a mi padre. Oré en el Nombre del Señor Jesucristo y le conté sobre el paño de oración de Hechos 19 que recibí de parte de VGR, y le pregunté si podía colocarlo en su camisa. Él aceptó.
Los milagros comenzaron. Empezó a recuperarse. El quinto día, mi hermana menor entró en la UCC para verlo. Ese día le habló a mi hermana sobre mí: "La fe de Anil está correcta. Su oración es sincera. No te burles de su fe. Cuando él ora, siento un gran consuelo. Dile a mamá que no se burle de su fe. Fue un grave error cuando lo cuestionamos y ridiculizamos su fe el día de la cirugía".
Poco a poco se recuperó y salió del hospital. La "Voz de Dios" comenzó a sonar en mi casa. Escuchaba las cintas siempre que tenía tiempo. En julio del 2019, mi hermana mayor y su familia volvieron de los Emiratos Árabes Unidos con motivo de las vacaciones y pasaron unos días con mi padre. El 20 de agosto del 2019, a las 11 de la noche, fui a la habitación de mi padre y me acosté junto a él en su cama, a su derecha. Escuché el Mensaje ¿Quién es este Melquisedec? en mi tableta Agapao con auriculares. Coloqué el auricular derecho en mi oreja derecha y el izquierdo en la oreja izquierda de mi padre. Empezamos desde el párrafo 91. Cuando llegó el párrafo 128, sentí que algo corría por mi mano izquierda. Salté de la cama, encendí la luz y vi que le salía sangre verdosa oscura de la boca. Llamé a mi esposa y a mi madre. Nos dimos cuenta de que - había partido de este mundo.
Al partir de la tierra, mi padre no escuchó ningún sonido mundano, ningún sonido denominacional, ningún sonido humano, sino La Voz de Dios. Y me di cuenta de que Dios me concedió mi tercera y última petición, que falleciera en casa. Mi Dios es grande. Él escuchó mis tres peticiones. Mi padre tuvo una gran muerte, al morir escuchando la Voz de Dios. El párrafo 128 dice:
“Y él oyó a un hombre salvaje del desierto, diciendo: “¡Ese Mesías está entre vosotros ahora!”. Esa gran águila que se levantó allá en el desierto y voló allá, dijo: “El Mesías está entre vosotros ahora mismo. Todavía no Lo conocemos, pero Él está entre vosotros. Yo lo conoceré, porque veré una señal viniendo del Cielo”.
¿Quién es este Melquisedec? (65-0221E)
Su hermano en Cristo,
Anil K.M. Cochin
Estado de Kerala, India