10/04/2017
El paño de oración

El más grandioso de los milagros que se ha obrado, del que tenga conocimiento, fue cuando la gente envió pañitos de oración —o que nosotros se los enviamos— y sanaron; se envían miles semanalmente a todo el mundo.

Yo sé (60-0417S)

A continuación leerán testimonios que recibimos sobre la obra que hace Dios mediante los paños de oración:

¡Mi esposa y yo no tenemos palabras suficientes para expresar plenamente nuestro gozo y gratitud hacia el Señor! ¡El Señor Dios de nuestro profeta, el Hermano William Branham, es efectivamente el Dios viviente! Llevábamos más de cinco años intentando tener un hijo, sin ninguna señal de embarazo.

El 11 de noviembre del 2016, envié una petición de oración y solicité un paño de oración, habiendo leído el testimonio del Hermano Mark, de India, cuya esposa había sido estéril por muchos años, hasta que el Señor escuchó su oración tras colocarse el paño por un mes. Mientras leía ese testimonio, me dije: “Mi esposa está en una situación similar, por tanto, creo que si consigo un paño de oración y se lo coloco a mi esposa durante un mes, concebirá”. De inmediato solicité un paño de oración a VGR por correo electrónico.

¡El Señor en verdad es maravilloso!

Tras ponérselo por dos meses, el Señor respondió nuestra oración. ¡Mi esposa está esperando! ¡El Señor Jesús es el mismo, ayer, hoy y por los siglos!

Agradezco mucho a todos los santos que oraron. Creo que pronto compartiré otro testimonio sobresaliente, pues estoy orando por la sanidad de mi cuerpo y colocándome el mismo paño de oración. Creo que concluirán las numerosas visitas médicas de las que me debo encargar.

Que el Señor los bendiga ricamente.

El Hermano Mak

Inglaterra


Mi padre llevaba dos meses sufriendo un dolor en una parte de la oreja. Intentó tratárselo por su cuenta, pero solo empeoró. Consultó con su doctor, quien le anunció, con certeza, que se trataba de cáncer y debían extirparlo. Le explicaron el procedimiento, en el que debían amputarle como centímetro y medio de la oreja y extraerle piel del cuello para remplazar la de la oreja. Él asiste a una iglesia bautista y ha sido un padre y esposo maravilloso y afectuoso. Envié una petición de oración el 29 de marzo, el mismo día que mi mamá recibió su paño de oración. Ella se lo ofreció y él lo aceptó. Se lo puso durante la noche. Pasados dos días, el 31 de marzo, mi papá acudió a otro doctor para contar con una segunda opinión. Su diagnóstico fue muy distinto al del primero. Le dijo que no estaba convencido del todo de que fuera cáncer (el primero lo estaba cien por ciento). Cuando salió del consultorio, ¡se desprendió la costra de su oreja! Sigue mejorando a diario. Antes le dolía, ¡pero ahora ya ni le molesta! ¡Mi papá fue SANADO!

La Hermana Amy


Soy la Hermana Ruth Lifoa y vivo en la provincia de Équateur, Congo. Padecía una enfermedad que me causaba tanta picazón en todo el cuerpo que me rascaba hasta lastimarme; pero desapareció cuando conocí un misionero que me presentó el paño de oración. Creí, él oró por mí y me lo puse. En el acto, instantáneamente, recibí mi sanidad. Me encuentro bien desde entonces y les agradezco por enviar estos paños de oración.

Bendito sea el Nombre del Señor Jesucristo. Gloria al Dios de William Branham.

La Hermana Ruth Lifoa


Di a luz cinco hijos y ninguno vivió más de una semana después de nacer. Dos nacieron muertos y los otros tres fallecieron después de un día o dos. Cuando estaba esperando el sexto, los médicos me dijeron que ni me molestara con las preparaciones del niño, pues seguramente nacería muerto como los otros. Pero conocí un misionero que me habló sobre el paño de oración y lo que dice Hechos 19:11-12. Puse mi fe por obra y esta vez di a luz calmadamente a un bebé robusto y saludable, lo cual ocurrió hace más de dos meses.

Bendito sea el Nombre del Señor Jesucristo.

La Hermana Likango