18/05/2016
El Recorrido Ágapao

Expectación: si Ud. está esperándolo, lo recibirá. Normalmente uno recibe lo que espera. Si vienen esta noche a la reunión esperando encontrar algo con que criticar la reunión, el diablo se los mostrará. Se encargará de que queden satisfechos. Uno recibe lo que espera. Si Ud. viene por una bendición, Dios se encargará de que la reciba. Si Ud. viene por salvación, Dios se encargará de que la reciba. Si viene para recibir sanidad, espere recibir sanidad. Dios se encargará de que la reciba. Es lo que sea que esperen.

La dirección del Espíritu de Dios, 55-0807E

No pudo estar más por lo alto la expectación por la parada del Recorrido Ágape en Macon, Georgia, que se llevará a cabo este fin de semana. Creyentes de todas partes de Norteamérica unirán sus lenguas de Fuego en torno a la Palabra Hablada. Si planean venir, prepárense, fijen sus expectativas y apresten su corazón para lo que el Señor les tiene reservado. ¡Nuestra expectación está en su grado máximo!

A continuación leerán unos cuantos testimonios de las primeras dos paradas:

Branson, Misuri

Quiero compartir un testimonio sobre algo especial que me ocurrió en el Recorrido Ágape de Branson, Misuri. En la segunda noche, me senté con mi esposo en la segunda hilera de sillas, cerca del frente. Al final de la cinta que colocó el Hermano Joseph —Dios ha provisto un Cordero— el Hermano Branham dijo: “¿Qué de esta mujer sentada aquí en el extremo, en la segunda hilera, que me está mirando directamente? Ella tiene problemas con los pies. ¿Cree que Dios sanará sus pies? Si así es, levante la mano”. ¡Me sobresalté porque estaba sentada en la segunda hilera y me estaban molestando los pies! Sin embargo, no era un asunto que tenía presente en ese momento, así que, cuando me percaté de que iba dirigido a MÍ, el Hermano Branham ya había cambiado de tema. No alcancé a levantar la mano. Me entusiasmaba pensar en que Dios había atendido a una necesidad mía sin siquiera pedírselo; pero me preocupaba haber perdido la oportunidad por no levantar la mano. Por tanto, cuando regresé a casa, volví a escuchar la cinta y esta vez ya venía preparada. Cuando el Hermano Branham mencionó a la señora sentada en la segunda hilera que sufría de problemas en los pies, ¡de inmediato levanté la mano! “¡Reclamo mi sanidad!”. Doy gloria a Dios; mis pies se están recuperando a diario. Con frecuencia se me dificultaba caminar por un momento cuando me levantaba por las mañanas o cuando me paraba después de estar sentada durante cierto tiempo. Me dolían tanto los pies que daba varios pasos cojeando hasta que se me relajaban; pero ¡ahora solo siento un dolor pasajero y sigo mejorando! ¡Gracias, Señor, por atender a mi necesidad y darme una segunda oportunidad! ¡Amo esta Palabra viviente de nuestro día!


¡Estamos tan agradecidos de que el Recorrido Ágape pasara por el sur de Misuri! ¡Trajo bendiciones maravillosas! La presencia del Espíritu Santo se sintió muy fuerte, desde mucho antes que empezaran los servicios. El viernes por la noche mi esposa recibió la sanidad de una alergia al gluten. Desde entonces, puede comer todo lo que quiera sin problemas. El sábado por la noche, le pedí al Señor que tocara mis ojos y mejorara mi visión, que se estaba deteriorando mucho. Cuando el servicio estaba por terminar, el Hermano Joseph dijo: “El Señor les concede su petición”. Después del servicio, me di cuenta de que NO podía usarlas. En el corazón sentí que al ponérmelas sería el mayor hipócrita del mundo. Intenté y no pude. ¡Me deshice de ellas esa noche porque no podía usarlas! ¡Gloria al Señor por sanarme!


Solo quiero compartir mi testimonio sobre el Recorrido Ágape de Branson, Misuri. Gocé de gran bendición al estar presente y el Señor en verdad cambió mi vida durante ese fin de semana. En el servicio del viernes por la tarde, clavé la estaca y ahora albergo paz sobre ciertas cosas que llevaban mucho tiempo en mi corazón y la certeza de tener el Espíritu Santo; también, me consta que recibí una recarga. Aparte de eso, me ocurrió algo especial el viernes, mientras escuchábamos la cinta ¿Crees esto? Coloqué la Biblia sobre mi regazo mientras esperábamos que comenzara el servicio. Bajé la mirada y noté que había un libro del Mensaje que sobresalía de las páginas de mi Biblia. Lo había recibido en Still Waters. Lo saqué y se trataba del sermón ¿Crees esto? Quedé sorprendida, con el sentir en mi corazón de que no era una coincidencia. ¡Me gustaría agradecer al Hermano Joseph y a todos los empleados de VGR por este recorrido maravilloso! ¡Sin duda fue una experiencia transformadora!

Que Dios los bendiga a todos,

La Hermana Sarah


Mientras me encargaba de la limpieza de primavera, oraba en mi corazón sobre esto y lo que recibí me entusiasmó mucho. Perdónenme, pero tengo que compartirlo con mis hermanos. Noé tuvo un Mensaje, con el cual construyó la máquina más simple pero más avanzada de su época: un arca que confundió a los eruditos, sencilla, más fuerte que el acero y ligera, de modo que pudiera transportar el cargamento precioso que debía alcanzar su destino. Enoc tuvo un Mensaje y levantó la edificación más avanzada de la arquitectura de todos los tiempos e inigualable aun en la actualidad, la cual expresó la historia de la vida y la salvación. Ahora, a pesar de las críticas, abundan los testimonios de nuestros queridos hermanos sobre el efecto que ha causado el Recorrido Ágape, como si fueran capas de papel de regalo superpuestas que envuelven amor. Dios los bendiga a todos por el sacrificio que han hecho y siguen haciendo por nosotros.

El Hermano Steve

Beaumont, Texas

Primero que todo, me gustaría agradecer al Hermano Joseph y a todos los empleados de VGR que contribuyeron a la parada del Recorrido Ágape en Beaumont, Texas. Hace poco, en agosto del 2015, rendí mi vida al Señor; sin embargo, aun sentía que me faltaba algo. Había intentado viajar a Indiana para asistir a los servicios del Tabernáculo, pues al escuchar al Hermano Joseph en el sitio web de Sierra Vista pude sentir al Espíritu Santo manifestándose allí. ¡Quería experimentarlo! Traté de asistir en Navidad y en la víspera de Año Nuevo; pero no fue posible. Por tanto, planeaba viajar con motivo de las reuniones de Pascua. Bien, el Hermano Joseph decidió según la dirección del Señor no organizar reuniones de Pascua, sino que nos urgió a orar, escuchar el Mensaje y dedicar tiempo al Señor en nuestros hogares. Aunque permanecí viviendo para el Señor, aún sentía que me faltaba algo. En ese tiempo, Satanás estaba importunándome mucho y haciéndome dudar que formaría parte del Rapto. Entonces mi hermana me mostró en el sitio web de VGR el anuncio de la parada del Recorrido Ágape en Beaumont, Texas. ¡Por poco se me sale el corazón! Como no pude ir al Tabernáculo a adorar en el Espíritu Santo, ¡Dios me trajo la oportunidad! El buen Señor me permitió encontrar a alguien que me supliera en el trabajo, así que alcancé a asistir los tres días a las reuniones en Ford Park. Sin lugar a dudas recibí el Espíritu Santo y ahora puedo declarar: SOY SIMIENTE DE ABRAHAM Y ESTOY TAN CONTENTO DE DECIR QUE SOY UNO DE ELLOS. ¡Gracias, Jesús!


Qué bendición fue ver al Hermano Joseph en Beaumont, Texas. Me gustaría compartir mi testimonio de sanidad. Durante unos meses me había aquejado una dolencia en el pie que me causaba tanto dolor e inflamación que me desvelaba y cojeaba. Eso me ocurrió el viernes por la noche después del servicio. Con mi familia llegamos al hotel y nos acostamos; pero no pude conciliar el sueño. ¡El dolor era insoportable! Al día siguiente, aunque el dolor y la cojera persistían, asistí al servicio. Sabía que me esperaba una bendición en el servicio, ¡pues el diablo de seguro no quería que fuera! Me senté en la parte posterior a escuchar la cinta. Luego, oí que el Hermano Branham dijo: “¿Qué de esta mujer sentada aquí en el extremo, en la segunda hilera, que me está mirando directamente? Ella tiene problemas con los pies. ¿Cree que Dios sanará sus pies?”. ¡Gloria a Dios! ¡Aleluya! Al día siguiente mi pie se curó completamente; ¡el dolor y la inflamación desaparecieron! ¡Gracias, Jesús! Estoy sana.

La Hermana Mikayla Guerra