13/05/2020
Las águilas reuniéndose

Querido Uno de Ellos:

Cuán feliz y dichosa se siente Su Novia hoy. No importa qué esté atravesando el mundo, no importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor, no importa a qué pruebas y luchas Satanás nos someta, no importa la enfermedad o la aflicción, estamos anclados en Su Palabra y nuestra brújula SOLO puede apuntar hacia nuestra Estrella del Norte: Su Palabra, Este Mensaje, nuestro Absoluto, y no tenemos NADA que temer. Descansamos con Él.

Una vez más, tenemos una de las oportunidades más grandiosas que se le han dado a Su Novia. Podemos inclinar la cabeza, alejarnos del mundo y crear una atmósfera donde Él se sienta bienvenido, a fin de que podamos alabarlo y adorarlo y decirle cuánto Lo amamos.

La oración es algo sincero. Orar es conversar con Dios. Orar no es arrodillarse, cerrar los ojos y pensar en la ropa que tienen que lavar o en lo que están trabajando, decir: “Señor, ayúdame a mí y a John, sana a la señorita Jones y demás”. Eso no es orar, eso es repetir algunas palabras. Orar es entrar en una atmósfera en la que uno se da cuenta que está en la Presencia de Dios y se conduce con la más profunda sinceridad. Primero, es adoración: “Oh Jehová, cuánto Te amo”. ¿Lo ven? Después de adorarle en oración, entonces llegue con un corazón sincero y pida.

¿Qué les ha revelado Él en estas últimas semanas? ¿Cuánto se han acercado a Él? ¿Está esta Palabra anclada en su corazón como nunca antes? ¿Saben, sin lugar a duda, que Dios vino y se reveló nuevamente en carne humana para llamar a Su Novia y que ahora SABEN, QUE SON SU NOVIA? La respuesta es SÍ.

Alabémoslo y adorémoslo esta noche alrededor del mundo, y agradezcámosle por todas las bendiciones que nos está dando. Padre, que nuestras oraciones suban hacía Ti como un olor grato y fragante, para que sepas cuánto Te amamos.

El Hermano Joseph Branham