Shalom a la Novia de Cristo:
Quería compartir este testimonio breve para mostrar una vez más que Dios siempre tiene el control y nos guía en Su voluntad perfecta. Hace muchos años, mientras limpiaba mi auto frente a mi casa, una anciana se detuvo a saludarme y, durante la conversación, le hablé del Señor y la invité a la iglesia. Unas semanas después, esta anciana de 82 años, llamada Christiane, aceptó a Jesucristo y recibió el Mensaje del Hermano Branham.
Partimos camino unos años después, pues tuve que dejar la iglesia donde participábamos de la comunión. De vez en cuando, me contaban sobre la Hermana Christiane, y ella estaba pasando por altibajos con respecto a su fe. Cuando el Covid19 apareció y ordenaron la cuarentena, la Hermana Christiane se encontraba sola, sin llamadas telefónicas, sin visitas, sin medios para escuchar las cintas, solo contaba con unos folletos, pero no podía leerlos debido a problemas de los ojos.
Como no habíamos hablado durante mucho tiempo, ella me llamó y hablamos. Durante nuestra conversación, entendí que Dios me había vuelto a enviar a la Hermana Christiane, con la diferencia de que ahora tenía que llevarla a escuchar las cintas. Le dije que la llamaría el próximo domingo y le pondría una cinta por teléfono. A partir de ese momento, halló un gozo y una paz que solo la Voz de Dios podía darle. Desde ese día, cuando el Hermano Joseph nos dice el sábado qué cinta vamos a escuchar, la llamo por teléfono el domingo, oramos y luego coloco la cinta. Ese día, Dios me convirtió en un muchacho de las cintas.
Dan G
Francia