15/06/2018
Pakistán, parte dos

Esta es la segunda parte del viaje misionero que el Hermano Shamoon Yaqoob emprendió recientemente en Pakistán:

El domingo por la mañana, el Hermano Ashar Sadiq, pastor del Mensaje de otra localidad, nos invitó a predicar la Palabra de Dios. Disfrutamos mucho el compañerismo con los creyentes y todos fuimos muy bendecidos. Ese mismo día en la tarde, nos encaminamos a otra ciudad llamada Gujranwala, donde teníamos una reunión pendiente.

Viajamos durante casi dos horas y media. Llegamos en la tarde y luego nos dirigimos a otra aldea. Se trataba de una iglesia de una denominación, pero, aun así, el Señor Dios nos usó para ayudar a las almas hambrientas y sedientas de la zona. Los habitantes se vieron sumamente bendecidos por el ministerio de la Palabra de Dios. Terminado el servicio, les entregamos libros del profeta y luego el pastor de la iglesia se dirigió a mí, me proporcionó la dirección de su casa y me comentó: “Por favor, cuando tenga mensajes nuevos, envíemelos a mí primero. Me deleita leer estos mensajes”. ¡Gloria Dios! 

En la tarde siguiente, nos reunimos en una Iglesia Pentecostal Unida. Había más de cien personas presentes después de la adoración. Les hablé por un momento y también les mostramos el video La campaña de Chicago. El Espíritu de Dios conmovió a la gente y todos declaramos que esta es la primera verdad que hemos escuchado en nuestra vida. ¡Amén! ¡Alabado sea el Señor nuestro Dios! 

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Al día siguiente, llevamos a cabo una reunión en la misma iglesia, a la que asistieron más de doscientas personas. Después del servicio, muchos me abordaron y me dijeron: “Nunca en nuestra vida habíamos escuchado una predicación así”. Mencionaron que nosotros tenemos una gran bendición.

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Teníamos planeada nuestra última reunión para el día siguiente, en una ciudad diferente. Les brindamos mucho aprecio y ánimo por su postura de fe, pues el pastor trabaja en una comunidad hindú ubicada en una zona rural. Allí testifiqué sobre la fe y tomé como ejemplo a nuestro profeta, el Hermano William Branham.

En este viaje misionero recorrimos casi tres mil kilómetros en carro y hablamos con más de tres mil personas de todo el país, a medida que repartíamos el Mensaje de la Vida Eterna. Agradecemos sumamente sus preciosas oraciones y su apoyo generoso.

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Fotografías

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