11/06/2018
Testimonio de la prisión

Recibimos el siguiente testimonio del ministerio de la prisión:

Tengo mucho que contarles. Nunca pensé que podría ver y entender con tal claridad lo que sucede en mi entorno. Dios predijo todo; el carácter de los hombres y las mujeres, como también el de la iglesia en el mundo actual.

En verdad, uno puede ver con sus propios ojos lo que ocurre en el mundo y esto no se puede negar. Todo sucede por una razón.

Cuando la Palabra dice que no debemos robar, cometer adulterio, etc., eso exactamente es lo quiere decir. ¿Cómo pueden decir que aman a Dios y no obedecen estos Mandamientos? El Señor Jesús lo dijo así en Juan 14:23 y 24. Hoy en día podemos ver la condición de los hombres y las mujeres que afirman ser creyentes. No se necesita ser muy inteligente para ver lo que está sucediendo.

He pasado por una situación muy dura y difícil. Me extendería mucho contándoles todo lo que he sufrido: palizas, insultos, rechazo; y al principio ni siquiera entendía la razón. Sin embargo, ahora veo que era el Señor guiándome por medio de Su Palabra. Ciertamente, era algo que no podía captar con mi entendimiento natural. No sabía lo que estaba haciendo.

Si el Señor fue misericordioso y me reveló Su amor, sé que Él me ayudará en el resto de mi jornada. A diario puedo ver que todo ocurre con un propósito. Puedo ver claramente cómo me encontraba y dónde estoy ahora. Tengo la certeza de que continuaré siguiéndolo a Él.

Así cómo he testificado del Él aquí, lo haré cuando me reúna con mi gente. No me puedo quedar quieto y en silencio, pues el temor de Su Palabra me ha dado sabiduría y conocimiento, como dice en los Salmos 111:10 y 37:23. Gracias por dedicar tiempo a leer esta carta y por sus oraciones en favor mío y de mi familia de Guatemala.

Quiero que sepan que siempre que leo y estudio los sermones del Hermano William, oro por ustedes. Agradezco mucho al Señor por ustedes, que me aman sin aún conocerme. ¡Que Dios los bendiga!

Anónimo