Una noche, mientras miraba fotografías de Still Waters, sentí un deseo especial e intenso que me decía que me bautizara de nuevo. El sentir me desconcertó porque ya me había bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo hacía muchos años.
Entonces fui a orar al respecto y le dije al Señor: “No quiero hacerlo solo porque otros jóvenes están bautizándose de nuevo en Still Waters. Y no sé por qué tengo este sentir, pero Tú sí y adonde me guíes iré”.
Mientras buscaba citas sobre volverse a bautizar, leí la misma que mencionaron algunos jóvenes en las entrevistas, la cual los animó a rebautizarse. Con el pasar de los días, me mantuve en oración por este sentir y mirando las entrevistas. El sentir se volvió muy fuerte y me di cuenta de que el Señor estaba guiándome a hacerlo, ¡así que volví a bautizarme en el Nombre del Señor Jesucristo!
También, llevaba unos años sufriendo de jaqueca. El miércoles, 3 de agosto, estábamos escuchando la cinta Sediento de vida (58-0414), la misma que colocaron en el campamento la noche anterior. Esa noche, durante la cinta, la cabeza me dolía mucho y el Hermano Branham llamó a una señora con gafas que sufría de dolores de cabeza. ¡Yo necesitaba sanidad de la jaqueca y también estaba usando gafas! ¡Acepté mi sanidad!
Cuando salí de la iglesia, me di cuenta de que ya no me dolía. ¡Ya no sufro de eso! Estoy sana. ¡Gloria a Dios!
Oré al Señor aquí en casa por una bendición especial. “Mientras a otros llamas (en Still Waters), no pases de mí”. ¡En verdad me mostró Su amor especial! Aunque no pude participar, ¡Still Waters me animó mucho, solo como espectadora!
¡Estoy muy agradecida por todo lo que Uds. hacen por nosotros, los jóvenes! ¡Los amamos con el amor de Dios! ¡Dios los bendiga!
Una hermana de México