El Señor me bendijo con este poema. Recibí la inspiración mientras leía Dios no llama a un hombre a juicio sin primero advertirle (63-0724). Cuando terminé el Mensaje, lo dejé en la capilla para que alguien más lo leyera. No recuerdo en cual párrafo se encuentra la cita.
Me siento tentado a guardar todos los libros que me envían. Por otro lado, me doy cuenta de que hay otros que no puedo ayudar a menos que los ofrezca. El Señor sabe quién necesita escuchar Su Voz y la Palabra alcanzará a la simiente predestinada. Somos 1900 en está instalación. Posiblemente nunca los conoceré en esta vida, pero creo que algunos recibirán la Vida Eterna debido a que estuve aquí. Yo no, sino Él, Quien habita en mí.
La Voz de Dios que truena
La Voz de Dios que truena
El Mensaje es urgente,
El tiempo está a la mano.
La Palabra de Dios ha sido hablada.
La Novia entiende.
Vean, Dios envió a Elías,
Para restaurar todo.
Los elegidos le creen,
Y él trae la Palabra.
Él es más que un profeta,
Nuestro querido Hermano Bill;
La Voz del Señor Jesús,
Anuncia la Voluntad de Dios.
Él le presentó a la Novia,
El Señor Jesucristo,
Develó Su Deidad,
Precisamente, la Palabra.
La escritura está trazada,
En la pared, para los perdidos;
Por rechazar este Mensaje,
Juicio es el precio.
Las iglesias rechazaron,
El Mensaje rotundamente,
Previeron su juicio,
Por rechazarlo a Él.
Han sido pesados en la balanza,
La destrucción es su destino.
No hay tiempo que perder.
Observando y esperando.
Quedan unas ovejas perdidas,
Aún descarriadas en pecado.
Cuando oigan la Voz de Dios,
Entrarán de inmediato.
Acudimos a este Mensaje,
Para descansar en el redil de Dios,
Nuestro Refugio del peligro,
Su Palabra, verdadera y audaz.
Elías está clamando,
Llamándonos a entrar,
La Voz de Dios que truena,
Despierta a la Novia.
Un hermano de Arkansas