Si he hallado gracia ante sus ojos por medio de Dios, tómenme por mi palabra en esto, hermanos: si quieren ser una bendición y recibir una bendición, cuando un hombre haya obrado mal contra Uds. y haya absoluta y simplemente, él… Quiero decir que ha obrado mal contra Uds. y Uds. saben que él obró mal contra Uds.; les hizo mal. No lo mencionen; llévenlo a él en oración ante Dios… Pero si él está equivocado, pues, si lo llevamos al trono de Dios, párense hombro a hombro con nuestro hermano, sabiendo que es mortal y quizás su destino dependa de nuestra actitud hacia él; cuando regresemos del trono de Dios, nos daremos cuenta de que cada uno de nosotros es culpable y todos necesitamos ayuda los unos de los otros. Y la mejor forma de hacerlo es orar.

Lo que Él es, mi amigo, si Él me rechaza ese día y me anuncia, dice: “William Branham, no puedes entrar”; y si hubiera tal situación por la que pasar y yo tuviera que apartarme a las regiones más bajas de los perdidos, me—me—me consta que ese amor que está anclado a mi corazón perdurará, y levantaré la mirada, y diré: “Te amo, Señor Jesús”, a pesar de todo. Porque si no existiera un Cielo al que ir, aun así decidiría servir al Señor Jesús; porque si aun se tratara de las remuneraciones en esta tierra, de Sus bendiciones, de todas maneras anhelaría servirle.

Uds. tienen que ser hijos e hijas de Dios. Uds. tienen que nacer de Dios, y Dios es la Palabra. Cuando yo vine a ser parte de mi padre, vine a ser plenamente mi padre. Cuando Uds. llegan a ser parte de Dios, Uds. llegan a ser Dios, en plenitud; toda Su Palabra, Uds. la creen toda.

Accionen esa pequeña palanca que está encima de la célula del cerebro; sáquense por los oídos todos esos razonamientos pasándolos por alto como tonterías. Luego abran esa pequeña válvula que llega al corazón humano, hasta su alma. No razonará; creerá. Dirá que la Palabra de Dios está correcta y Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.

Dios, por previo conocimiento, los conoció y los llamó en Cristo y puso su nombre en el Libro de la Vida del Cordero antes de la fundación del mundo.

¿A qué le tienen miedo? ¿Temen confiar en Su Palabra en cuanto a algo? No teman. Pónganlo como en verdad es: “Yo soy heredero a esto. ¡Oh, sé que no lo merezco, pero soy heredero aun así! Por cuanto soy un heredero, lo recibo”. Amén. Eso es. Ahí lo tienen. “Por cuanto soy un heredero…”. Eso es. Somos herederos de salvación; herederos del Espíritu Santo. Soy heredero porque Jesús pagó el precio. Nada que yo tuve que hacer; simplemente terminé heredero de eso. Amén. Estoy sano porque soy heredero de eso. Mis enfermedades desparecieron; mi aflicción desapareció. ¿Por qué? Porque soy un heredero de eso. ¡Oh!, certeza perfecta. Jesús mío es. ¡Oh!, qué vislumbre de gloria divina: heredero de salvación, comprado de Dios, nacido de Su Espíritu y lavado en Su Sangre. Esa es nuestra historia.

Así que ella era heredera junto con él. Así que Él habría tenido que deshacerse también de Abraham, así que, Él no podía porque era su esposa, por el esposo. Por tanto, así es: es por causa de Cristo que Él no puede deshacerse de nosotros. Somos hijos e hijas Suyos. Nuestra incredulidad no significa nada. La verdadera simiente de Abraham brillará de todas formas.

Él le habló a la simiente. ¿Quién es la Simiente de Abraham? Uds., quienes han nacido del Espíritu de Dios, Uds. vienen a ser simiente de Abraham y son herederos según la promesa. ¿Es correcto? Es lo que la Biblia dice. Y él dijo: “Abraham, por cuanto tú hiciste este acto, a ti y a tu simiente los bendeciré, y tu simiente poseerá la puerta de su enemigo”. Aleluya. Si se te cruza enfermedad, tienes el control. “Tu simiente poseerá la puerta de su enemigo”. Aleluya. ¡Oh!, hermano, desearía ser el doble de grande; quizás así me sentiría dos veces mejor que ahora. Cuando pienso que es la promesa eterna de Dios que, del enemigo, que yo posea la puerta. Aleluya. Tengo un Señor Jesús que murió por mí. No soy bueno, nunca lo fui y nunca lo seré; y Uds. tampoco lo son; pero Jesucristo fue el sacrificio perfecto de Dios. Y por medio de Su Sangre derramada y Su obediencia al Padre, podemos poseer cualquier puerta del enemigo y triunfar. “Tu simiente poseerá las puertas del enemigo”. Aleluya. Por medio de Jesús estoy a salvo para siempre. Todo lo que necesito es… Con solo hablar un poco con Jesús se arreglan las cosas. Cuando sientas que gira la rueda de plegaria, Uds. saben que un pequeño fuego arde, entonces una pequeña charla con Jesús corrige las cosas. Diríjanse directamente y venzan al enemigo. Es correcto. Así que, Satanás, más vale que te prepares; vamos a entrar contra ti esta misma noche. Amén.

Lázaro murió; es cierto. Se levantó de nuevo y vivió una vida normal por muchos, muchos años, debido a la resurrección que Jesús le dio. Y, entonces, desde luego, volvió a morir porque él saldrá en la resurrección. Jesús dijo que él saldría en la resurrección, pero tiene que ir a su descanso, como todos los seres humanos. Pero hasta que llegue ese tiempo, que no se nos quite con engaño la vida, de servicio a Dios, porque Satanás se ocupa de quitársela con engaño.

Él obra por medio de Uds. y de mí como porciones de Dios. Por eso es que el Espíritu Santo, cuando vino en el día de Pentecostés, se dispersó completamente, esa Columna de Fuego, y Se dividió en lenguas de fuego, y reposó sobre cada uno. Nos necesitamos el uno al otro. El mayor mal que el diablo nos ha hecho fue cuando nos separó del amor de Dios, a los unos de los otros. Y nos amamos mutuamente; ese es el amor fraternal. Cuando podemos acudir los unos a los otros… Si Ud. tiene parte del Espíritu Santo y yo tengo parte de Él, y este otro hombre tiene parte de Él, únannos; hay tres partes. Soy tres veces más fuerte que antes con estos dos hermanos. ¿Ven? Así es como nos paramos. Soy un verdadero kentuckiano: unidos nos paramos y divididos caeremos. Es correcto. Nosotros tenemos que pararnos de esa manera, unidos.

Y aquí adentro morarán los Redimidos. Estas, avenidas y grandes autopistas, por así decirlo, parques, y el Río de la Vida se dirigirá, correrá a través de ella. Y cada casa será hecha de oro transparente. Y las calles serán hechas de oro. Y los árboles de Vida estarán allí, y darán doce clases de fruto. Y los reyes y los hombres de honor de la tierra traerán su honor y gloria por las puertas. Y las puertas no serán cerradas de noche, porque no hay noche allí.

Uds. creen que soy su profeta enviado de Dios, su siervo, entonces tomen mi palabra en esto, ¿lo harán?