¡Oh, me gusta eso! Dios lo hizo a él un apóstol. Ningún anciano puso manos sobre él, ningún obispo lo envió a alguna parte, pero Dios lo llamó y lo hizo un apóstol.

Y entonces si Dios nos ha enviado para ser Sus embajadores, todo el poder que está en el Cielo, todo lo que Dios es, todos Sus Ángeles y todo Su poder respaldan nuestras palabras si somos mensajeros correctamente ordenados, enviados a la gente. Dios tiene que honrar la Palabra, porque Él ha escrito tan solemnemente, que: “Todo lo que atares en la tierra, Yo lo ataré en el Cielo. Todo lo que desatares en la tierra, Yo lo desataré en el Cielo. Y a ti te doy las llaves del Reino”. ¡Oh, tan grandes promesas le ha dado El a la iglesia!

Pero si tengo el privilegio, y fue que Dios permitió que yo fuera arrebatado para ver algo, yo me referiría al primer Cielo. Y además creo, que uno en la Biblia, llamado, creo que era Pablo, que fue arrebatado al tercer Cielo. ¿Y si fue así de glorioso en el primer Cielo, qué reserva ese tercer Cielo? ¡Con razón él no podía hablar de ello por catorce años!

Bueno, ahora, muchas de estas madrecitas de cara bonita sentadas aquí, algunas de ellas de sesenta o setenta años de edad, dirían: “Bueno, ¿qué he hecho yo, Hermano Branham?” Uds. han criado a sus hijos. Uds. han hecho lo que deberían de hacer.

Ahora, Canaán no representa la edad del Milenio. Sólo representa la edad del vencedor, la dispensación de vencer, porque en Canaán ellos mataron y quemaron y tomaron ciudades. Y no habrá muerte en el Milenio.

No nos detengamos en creer en el Señor Jesús, siendo bautizados. No nos detengamos porque Él nos limpió de una vida de pecado. Pero ahora seguimos adelante a una posición, a una promesa del bautismo del Espíritu Santo. Porque Pedro dijo, en el Día de Pentecostés: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para aquellos que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”.

Pero cuando nacen, y nacen en posición en el Reino de Dios, entonces el Espíritu Santo ha puesto en la iglesia, algunos apóstoles, algunos profetas, algunos maestros, algunos pastores, algunos evangelistas. Luego Él ha dado ahí adentro, el hablar en lenguas, interpretación de lenguas, ciencia, sabiduría, dones de sanidad, toda clase de milagros.

Y ahora después de que Uds. están adentro, eso no quiere decir que Uds. están libres de guerra. Uds. todavía tienen que pelear por cada pulgada de terreno en el cual se paran. Así que, ¿ven?, Canaán no representó el gran Cielo, porque hay guerra y problemas y matanzas y combates, y demás. Pero sí representó esto, que debe ser una caminata perfecta.

¿Sabían Uds. que aun su propio comportamiento puede impedir que alguien más sea sanado? Su mal comportamiento, de pecados sin confesar de Uds. creyentes, puede causar que esta iglesia falle amargamente. Y en el Día del Juicio Uds. serán responsables por todo ello.

¿Lo escogimos nosotros a Él, o nos escogió Él a nosotros? Él nos escogió.

Elección mira hacia atrás al previo conocimiento, y predestinación mira hacia el destino. No olviden eso, que elección mira aquí atrás, aquí está: “Yo era una espina.

Dios nos ha adoptado como hijos, somos hijos por nacimiento. Adoptados y colocados en posición por el Espíritu Santo. ¡Miren! Cada uno de ellos eran Hebreos, cuando cruzaron el río, pero Josué repartió la tierra y le dio a cada uno su tierra de acuerdo al clamor de su madre en el nacimiento, donde el Espíritu Santo le dijo a ella.

Pero les estoy diciendo, como individuos, permitan que el Espíritu Santo los guíe. Lean la Biblia. Y lo que la Biblia dice que hagan, háganlo.