17/06/2015
Testigo

Este Mensaje tiene algo que nos impulsa a compartirlo con los demás. Con todas las malas noticias del mundo: muerte, dolor y destrucción, conocer la Luz del Evangelio trae una brisa de aire fresco.

Esta hermana captó la visión en su ciudad y está haciendo brillar la Luz en algunas sendas tenebrosas.

Cuando entrego las tarjetas de testificar, la gente de apariencia intimidante es la que se muestra más receptiva.

La semana pasada, era un poco tarde y estaba en un restaurante donde había un nativo americano de unos veinte años que por su apariencia obviamente era un pandillero. Le entregué la tarjeta El profeta Elías. Le dije que quizás le interesaría el sitio web y también que la abuela de este hombre era nativa americana y que él tenía visiones. A lo cual respondió: “Gracias, le agradezco”. Cuando se fue del restaurante, noté que recogió la tarjeta de la mesa y la guardó en su mochila.

Aunque solo soy una abuela que mide 160 cm, siento el deber de presentarles al Hermano Branham a todos los nativos americanos que me encuentro, en especial a los jóvenes que se han descarriado en las pandillas callejeras. Hasta ahora, ningún nativo menor de 30 años me ha rechazado algún tratado o libro.

Dakota del Sur