03/07/2018
Él estuvo presente

Muy bien. Él está presente ahora mismo. ¿Alguna vez vieron Su foto, la de la Columna de Fuego, la Luz? Cuando me encuentre con Uds. en el juicio, ni siquiera está a un pie de donde estoy parado. Así es. Él está aquí. Vean si es el mismo Cristo. Vean si es Su espíritu o no. Oren.

Un testimonio sobre el mar (62-0720)

Este hermano hizo lo correcto, pues puso a sonar la Voz de Malaquías 4 para que Dios interviniera en la situación. No solo su esposa fue sanada, sino también otra dama que sufrió complicaciones en su parto.

Hace como cinco semanas, hospitalizaron a mi esposa por la presión arterial alta. Llevaba ocho meses encinta, esperando a nuestra cuarta hija.

Su estado era tan grave que los médicos, en contra de mis deseos y sentimientos, le prescribieron una inducción de parto para salvar al bebé. Quería que ella llegara en el momento indicado, de la forma perfecta y cuando Dios quisiera.

Me llamaron para que me dirigiera al hospital lo más pronto posible. Antes de abandonar la oficina, me comuniqué con un hombre de Dios (no mencionaré su nombre) y él oro desde el teléfono. Sentí una paz duradera después de la oración. Llamé a mi esposa y le dije que escuchara la cinta durante todo el transcurso. Siguiendo mis instrucciones, ella colocó la cinta Estén ciertos de Dios traducida al shona.

En el hospital, había una mujer embarazada en la camilla vecina. Iban a operarla esa mañana y debido a unas complicaciones el bebé no nacería normalmente. No obstante, como la cinta sonaba cerca de ella, Dios fue lo suficientemente fiel para cumplir la palabra de Elías. Dondequiera que se predique el Mensaje, la Columna de fuego estará presente.

Sin duda, Él estaba presente en la sala de parto ese día. La dama que estaba al lado de mi esposa sintió algo diferente y, en el mismo momento en que sonó la cinta, dio a luz sin ningún problema. Después, los médicos atendieron a mi esposa y le examinaron la presión arterial. Esta vez, se encontraba lo más normal posible. Repitieron el examen tres veces, hasta que un médico concluyó que la inducción del parto no era necesaria y dejaría que el proceso natural siguiera su curso. Quedaron desconcertados.

Una semana posterior al Día de las Madres, el domingo, 20 de mayo, después del servicio, nació Sarah Hope, nuestra bebé, exactamente cuando Dios la destinó a la tierra.

Dios los bendiga,

El Hermano Simon Joshua Mayaka

Mutorashanga, Zimbabue