No sabía si Jesús me amaba. Alguien me dijo que Jesús me ama. Escuché una canción: Jesús me ama. Leí en la Biblia que Jesús me ama. Seguía sin saber que Jesús me ama hasta que Él vino y me reveló que Jesús me ama, me amó antes de que el mundo comenzara y que Él pudiera demostrar Su Amor por mí, al dar Su Vida por mí. Entonces también lo amé y lo invité a tomar el lugar que le corresponde como Señor y Salvador de mi corazón. Ahora Lo conozco y Él me conoce. Es una relación familiar, no solo un conocido agradable.
Leron, Texas
Aunque en los últimos 14 años he escuchado al Hermano Branham hablar en cinta unas pocas veces, siempre puedo escucharlo en mi mente. Espero con ansias la libertad de tener una tableta Hero y escuchar la Voz de Dios con mis oídos una vez más. Me quedan diecisiete meses si no obtengo primero la libertad condicional.
Leron, Texas
Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti Su rostro, y ponga en ti paz.
Damian, California
Podría llenar más y más páginas, pero permítanme terminar esto. Como creyente, mi corazón y mi alma anhelan ese Alimento Espiritual. En estos días en que vivimos, existe una gran hambruna en todo el mundo por la Palabra de Dios. Oro para que Dios los bendiga ricamente a cada uno de ustedes. Seguiré hablando con cualquiera que escuche y compartiré los libros y la cinta con todos los hambrientos.
Paul, Nuevo México
Este virus muestra cuán dependientes somos de Dios. Cada uno depende de Él para cualquier bendición en esta vida. Me alegra mucho que ustedes llegaran a mi vida.
Rodney, California
En este momento, estoy leyendo Una Exposición de las Siete Edades de la Iglesia. Amo la Palabra de Dios y la forma en que el señor Branham habló por medio del Espíritu Santo. Desearía haberlo conocido. Estos sermones me han ayudado mucho.
Chris, Texas
Pronto saldré de la cárcel a San Diego, y llevo unos 20 años estudiando el mensaje de William Marrion Branham. Creo el Mensaje con todo mi corazón. No soy perfecto, pero como dijo el Hermano Branham, sigo colocando una nueva bala y jalo el gatillo con la esperanza de que nuestro Señor dispare el arma. No me rendiré.
Damion, California