Queridos compañeros Prisioneros:
Un prisionero no tiene control de su vida diaria. Les indican cuándo levantarse, cuándo comer, cuándo acostarse, a cada minuto, cada hora, cada día. Alguien tiene el control total de su vida.
Alabado sea Dios. Cuán agradecidos estamos de ser un prisionero así de Jesucristo; Él tiene el control total de cada minuto de cada día de nuestra vida. No tenemos que preocuparnos por lo que haremos diariamente o de lo que pueda acontecer cada día, puesto que Él nos está guiando en cada paso del camino. Nada puede hacernos daño, pues Él nos dice cada mañana: “No te angusties. No te dejaré, ni te desampararé, estaré contigo en cada paso del camino".
Qué consuelo y paz recibe Su Novia a diario. No se preocupen por lo que ocurrirá durante el día, estamos en reposo, pues NADA puede sucedernos a menos que sea la Voluntad del Padre. Nuestro único deseo es servirle, meditar en Él todo el día y toda la noche permaneciendo en Su Palabra y escuchando la Voz de Dios que nos habla mientras Él nos dice: "Vosotros sois Mi Palabra manifestada, sois Mi Iglesia para este día".
Si nosotros tan sólo pudiéramos mantener eso en nuestra mente, y conforme a la Palabra de Dios, que en estos postreros días Él va a tener una Iglesia, Él va a tener un pueblo. Y estas cosas que prometió, Él las va a hacer. Él dijo que lo haría, y estamos viviendo en ese tiempo; ahí estamos. Él sólo está tratando que nosotros ahora seamos verdaderos prisioneros, encerrados con Él.
El Cuerpo de Cristo tiene que estar encerrado con Él, en su posición, en armonía, unido con Su Palabra. Este Mensaje, Su Palabra Hablada, es lo único que puede hacer que eso suceda.
Cada día que vivimos, vemos que la Palabra se manifiesta en nosotros y en el mundo. Oímos esa Palabra hablando y diciendo que somos esa Nueva Rama, el Fruto en la copa del Árbol, Su Adán restaurado, la Iglesia que Él dijo que tendría y que no cedería Una Palabra.
Entonces vemos la Palabra manifestándose en el mundo en que vivimos cada día. La profecía se está cumpliendo, el juicio está sobre la tierra. El profeta nos advirtió mientras miraba a la distancia y veía que algo iba a acontecer. Luego nos dijo lo que estaba mirando y lo que sucedería. Él lo dijo y nada en el mundo puede detenerlo.
Dios prometió que nunca traería juicio sobre la tierra sin primero advertirle al pueblo. Él nunca hace nada sin primero revelar por sus profetas lo que hará. Se ha advertido constantemente. Todo lo que vemos suceder en el mundo hoy en día no ocurre por casualidad, sino que es juicio aconteciendo alrededor nuestro. Creo que esta es la última advertencia de Dios al mundo. Creo que esta es la última advertencia de Dios a la Iglesia. ¿Todavía se aferran a las cosas del mundo? Dios quiere que nos separemos de todo el mundo, no que queramos vivir con el mundo y Dios también. Él nos advirtió que no intentemos seguir las modas del mundo, sino a Dios. Denle la preeminencia a Él y Su Palabra en todo.
¿Dónde se encuentran en Su Mensaje de la hora? ¿Cuál es su Absoluto? ¿Cuál es su postura con respecto a la infalibilidad de Su Palabra hablada por Su profeta? ¿Creen en cada Palabra? ¿Están siguiendo el camino provisto por Dios para este día o están buscando a otros hombres o un grupo de hombres?
El juicio está sobre el mundo, este es el último llamado. Él viene por Su Novia. El Rapto está a la mano. Él preparó una vía de escape en el tiempo de Noé. Noé preparó a la gente; fue un llamado de misericordia antes del juicio. En los días de Moisés, Dios tenía un camino provisto, debían creerle a Moisés. La única manera de llegar a la tierra prometida era creer cada Palabra y seguir a Su mensajero, o perecer.
El profeta nos advirtió sobre estos días y ahora los vemos manifestándose. Asegúrense de estar dentro del Arca de Dios para hoy, Su Palabra, Este Mensaje.
Mientras nos reunimos una vez más alrededor del mundo el domingo, a la 1:00 p. m. (hora de Jeffersonville), para escuchar Dios no llama a un hombre a juicio sin primero advertirle (63-0724), agradezcamos al Señor por habernos revelado Su único camino provisto para escapar de Su juicio: Su Palabra.
El Hermano Joseph Branham
Escrituras para leer antes de escuchar el Mensaje:
- Isaías 38:1-5
- Amós, capítulo 1
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