Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
El último sermón que escuchamos fue La restauración del Árbol Novia. Hemos creído todo lo que la Voz nos prometió: “Que el Señor restauraría los años que comió la langosta, el pulgón, y la oruga y el revoltón”.
Así que comenzamos la semana con una restauración de gozo, paz, amor, fe en la Palabra, longanimidad, mansedumbre, paciencia. Verdaderamente estamos sentados en lugares celestiales en Cristo Jesús. Durante la semana nos pusimos en contacto con un hombre y una mujer del centro de Italia, que estaban necesitados y querían ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Así que empezamos a planear el viaje, pues el lugar se encontraba a unos 300 kilómetros de distancia.
El sábado nos informaron que el hombre había ido urgentemente al hospital por complicaciones. En la última carta que recibimos nos decían que, desde lo profundo de nuestro corazón, le pidiéramos a Él: “Dondequiera que Tú me guíes, yo te seguiré, Señor. Seré un prisionero”. Eso fue lo que sentimos desde lo profundo de nuestro corazón.
Así que partimos el domingo por la mañana. Después de tres horas de viaje, llegamos a la casa de esta mujer y juntos fuimos al hospital. Allí nos encontramos con este hombre, que tenía graves problemas del hígado. Le compartimos el Mensaje y él lo aceptó de todo corazón, y testificó que esto era lo que su corazón buscaba.
Antes de irnos, oramos por él y mencionó que quería bautizarse apenas saliera del hospital. La mujer que estaba con él también aceptó el Mensaje y pidió que la bautizaran. Así que nos dirigimos al mar para bautizarla. Alabado sea el Señor, tenemos una nueva hermana: la Hermana Rodica.
Después de eso, descargamos en su celular el Mensaje Un prisionero (63-0717) y los animamos a escucharlo con toda la Novia alrededor del mundo. Alabado sea el Señor, ¡lo hicieron! Y testificaron que la Voz estaba hablando de ellos.
Por favor, oren por el Hermano Sinzian, sabemos que sufre de una enfermedad grave del hígado y los médicos dicen que necesita un trasplante. Pero también sabemos que, con Dios, todo es posible.
Estamos esperando su bautismo.
Dios los bendiga
VGR de Italia