El Rev. W. M. Branham ministra en Tacoma, Washington.
Por el Rev. A.W. Rasmussen
El martes, 23 de julio, cuando William Branham nos avisó por teléfono que había llegado a Tacoma, se cumplió el momento por el que tan sinceramente habíamos orado y esperado. Desde que Dios lo comisionó de manera especial a ir a todo el mundo a predicar el Evangelio, esta era su tercera visita a nuestra ciudad. Él vino por tercera vez enviado por Dios y ungido para predicar y hacer las Obras del Señor por el Espíritu.
El lunes, tres días antes de la primera reunión, la gente comenzó a llegar. Seguían llegando en auto, bus, avión y tren. Muchos permanecimos muy atareados durante esos días.
Las reuniones se llevaron a cabo en el coliseo Memorial Field House de la Universidad Puget Sound, con capacidad para 6000 personas. El otoño pasado, aquí pronunció un discurso nuestro honorable presidente Eisenhower cuando estuvo en campaña de gira por el noroeste. Hubo una gran asistencia desde la primera reunión y cada día aumentaba.
A la última reunión asistieron 4000 personas, según un estimado moderado. También asistió una gran representación de ministros, entre 100 y 200 en cada servicio.
En la tarde predicó el Rev. Charles Weston, pastor del Templo Bethel en San Francisco. Su manera de enseñar la Palabra de Dios cautivaba y conmovía profundamente los corazones del pueblo para infundirles hambre por Dios y recibir Sus promesas divinas.
El coro, que estuvo a cardo de Don Rody, cantó en todos los servicios por la noche y aportó gran bendición e inspiración durante toda la campaña. La orquesta Bethel tocó en la introducción a los servicios en las noches.
Se enviaron invitaciones especiales a iglesias y pastores locales del Evangelio Completo. Algunos apoyaron los servicios ampliamente, cancelando sus servicios habituales. Agradecemos profundamente por ese espíritu tan Cristiano.
Durante el desayuno de compañerismo del viernes, el Rev. William Branham se dirigió a los ministros (asistieron alrededor de 75). El sábado él fue el orador invitado del capítulo local del Compañerismo Internacional de los Hombres de Negocio del Evangelio Completo.
El jueves por la noche el Hermano Branham ministró por visión a una familia de indios americanos, anunciándoles sus nombres y la ciudad de donde venían; también, que su hijo era ciego y que tuvieran fe en que Jesús le devolvería su vista. Le pidieron al niño subir a la plataforma, guiado por su madre. Se oro por él y luego salió de la plataforma caminando solo. ¡Estaba recuperando su vista! Toda la congregación se conmovió y muchos más fueron sanados esa noche. Fue un gran servicio que nunca podremos olvidar. El domingo por la noche hablé con el padre del niño indio. Me contó que antes de que se orara por su hijo, él apenas podía ver la silueta de una persona a corta distancia. “Pero ahora ve y camina a cualquier lugar”. Añadió: “Verdaderamente, Dios ha hecho cosas grandes por nosotros. Mi hijo permanecía cabizbajo; ahora camina erguido. ¿Por qué? Ahora puede ver”.
Cuando el Hermano Branham invitó a los pecadores y recaídos, hubo muchos que aceptaron a Cristo públicamente. El impacto de estas reuniones será recordado por mucho tiempo.
Algunos periodistas de una emisora de radio de Seattle entrevistaron al Rev. Branham, pues quedaron profundamente conmovidos por su ministerio. La entrevista se grabó y se transmitió por esa emisora.
El lunes siguiente a la campaña, un predicador me dijo: “Ahora he visto verdaderamente el ministerio de la Edad Apostólica restaurado a la Iglesia”. Por tanto, Dios está cumpliendo nuevamente Su promesa de restaurar todas las cosas a la Iglesia. Oremos y busquemos de Dios hasta que las Manos del Maestro nos moldeen como al barro y Él pueda usarnos como medios para cumplir Su promesa al pueblo de Dios al final de esta Edad de Gracia.