Queridos Predestinados:

Un día echamos un vistazo. Vimos la Palabra hecha carne. Vimos el Alfa y Omega. Nunca vimos tres, cuatro ni cinco; vimos Uno. Lo vimos a Él como nuestro Salvador. Lo vimos, la Palabra. Lo vimos, la Luz. Lo vimos, el poderoso Dios. Vimos a Dios en Él. Vimos la Columna de Fuego. Vimos, en Él, exactamente lo que la Biblia dijo que Él era. El mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

¿Qué buscamos y vimos en nuestro día? Miramos a través de la Palabra y vimos lo que Él era, ENTONCES miramos a través de esa misma Palabra y vimos que Él es el mismo hoy como lo era entonces. Creemos que es el mismo Jesucristo, en cada detalle, excepto el cuerpo físico, el mismo ayer, y hoy y por los siglos.

No esperamos ver un ministro. No esperamos ver a un pastor. No miramos y vemos a un hombre. Miramos y vemos a Jesucristo manifestándose en carne una vez más, como dijo que haría en Su Palabra.

¿Qué está ocurriendo hoy alrededor del mundo, desde los cuatro rincones de la tierra, desde cada continente? Las águilas se están congregando en torno a La Voz de Dios para nuestro día. Estamos en el tiempo del fin y venimos desde el este y el oeste, y el norte y el sur, preparándonos para ese Rapto. Nos mantenemos firmes durante unos minutos hasta que cada fibra se llene del Espíritu Santo. Luego subiremos.

Es una paradoja. Dios está separando a Su pueblo y, al mismo tiempo, los está uniendo en torno a Su Palabra.

La Novia nunca se había unido alrededor de Este Mensaje como en este mismo día. Nunca fue posible hasta este día. El Padre ha obligado al mundo a detener sus labores, para alejarnos de las distracciones del mundo y separarnos de toda incredulidad, de la influencia, a fin de que podamos pararnos por la Palabra de nuestro día, Su Gran Ministerio de las Cintas.

Él ha colocado a Su Novia en sus hogares para mostrarles y revelarles que lo único que puede unirla es Su Alimento Almacenado que Él ha provisto para este día.

Si alguien dice noventa y nueve centésimas, y el noventa y nueve por ciento de esas centésimas está completamente correcto, pero luego va e incluye sus pensamientos, sus ideas, o dice que hay errores, que no es TODA la Palabra, que necesitan algo más aparte de Las Cintas; eso causará muerte allí mismo. Eso rompe la cadena por la mitad y allí caen.

Solo hay una manera de estar seguro... Permanezcan con Esa Palabra. Compárenlo con la Palabra. ¿Qué hizo Él en los días de Moisés? Él les dio una Columna de Fuego, les dio un profeta para que los guiara. Él ha hecho lo mismo en nuestro día, pues Dios no puede cambiar.

Dios está llenando cada fibra de nuestro cuerpo con Su Palabra. Él quiere llenar nuestro pensamiento. Él quiere llenar su mente. Él quiere llenar cada parte de nosotros y que muramos completa y totalmente a nosotros mismos, a nuestro pensamiento, a fin de que rindamos todo a Su Palabra hasta que Él viva en nosotros.

Estamos convirtiéndonos en Uno con Él. Dios se hizo carne en nosotros por Su Palabra. La unidad con Dios es tener el Espíritu de Dios en ustedes, estar de acuerdo con la Palabra, toda la Palabra, la Palabra completa, y lograr que se manifieste en poder.

La única forma en que podemos entrar en Unidad con Él es escuchando Su Palabra para nuestro día, así que unámonos a la 1:00 p. m. (hora de Jeffersonville), para escuchar La Palabra que Él ha provisto para nuestro día, La Unidad (62-0211).

El Hermano Joseph Branham

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