15/06/2015
Cartas de prisioneros

Aquí en Grabaciones la Voz de Dios, el ministerio en las prisiones ha prosperado mucho y, como siempre, el correo se llenó de nuevo. Los siguientes son extractos de algunas cartas que recibimos recientemente:

Hace dos semanas, tuve la oportunidad de pasar por la sala de visitas, donde también se llevan a cabo eventos religiosos. Encontré el libro La historia de mi vida titulado en coreano, me lo llevé y empecé a leerlo. De joven, yo también usaba una lámpara de aceite (como el Hermano Branham). El contenido de La historia de mi vida me conmovió; por tanto, traje nueve libros más y también los leí. Parece que sus sermones se están difundiendo, pues ya los he visto traducidos al coreano en forma de libro impreso.

Georgia

Me encantó el libro La historia de mi vida, pero me pareció muy corto. Los sermones de los otros nueve libros también me parecieron maravillosos.

¿Cómo fue la vida del Hermano Branham?

Georgia

Sr. Branham:

No puedo continuar en esta condición; tengo que cambiar. Estoy cumpliendo cadena perpetua y no puedo sobrellevarlo más. Sé que cometí un gran error, pero mi espíritu tiene que cambiar. Aquí asistimos a un grupo de reflexión que nos ayuda a no perder el contacto con la realidad. Hablé con uno de los líderes y le manifesté que me encontraba en una situación de vida o muerte. Él dijo que si así era, entonces debía contactarlo a usted. Me contó que usted ha ayudado a muchos, incluido él. Señor, no sé nada sobre la Biblia o la iglesia, ¿me ayuda, por favor?

Arkansas

Permítanme expresarles mi agradecimiento por estos mensajes inspirados del Hermano Branham; salvaron mi alma.

Texas

Le dije al capellán que me cansé de mi vida. He buscado por todas partes un poco de paz y la forma de regresar a casa. Él me entregó una etiqueta con su dirección y me dijo que les pidiera por escrito algunos libros. Me advirtió que me preparara; ahora me dio curiosidad.

Texas

Qué gran bendición es recibir estos sermones del profeta de Dios. ¡Sigan persistiendo!

Arizona

Estimado Sr. Branham:

Acabo de leer El Undécimo Mandamiento, uno de sus libros; pero no sé nada sobre la Biblia o la religión, si no es por mi abuelita, quien era un poco religiosa. Puedo afirmar que si alguien me formulara la pregunta, le respondería que usted verdaderamente es un hombre de Dios. Nunca había experimentado lo mismo que cuando leí este librito: me conmovió y me llegó al alma, la cual pensé que llevaba muerta muchos años. Señor, le pido sus oraciones y su ayuda. Si tiene más libros, ¿podría enviarme algunos, por favor? Verá, estoy condenado a cadena perpetua y de verdad necesitó algo a que aferrarme. Se lo agradezco de todo corazón.

Georgia

Un compañero de prisión me pidió prestado uno de los libros que ustedes me enviaron. Cuando me lo devolvió, dijo: “Jamás había leído algo parecido. ¿Lo crees todo?”. Tardé un poco en responderle y finalmente le dije: “Bueno, apenas lo entiendo; pero de esto estoy seguro: si está escrito en ese libro y el Hermano Branham lo dijo, entonces es la Verdad de Dios; y yo creo cada Palabra”. Así que supongo que sí lo creo todo.

Arizona

Le agradecemos diariamente a Dios por su ministerio. El Hermano Branham es el único que tiene la Verdad de la Palabra de Dios. ¡Gracias!

California