21/07/2016
Él tiene cuidado

Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

Lucas 12:7

Al leer el Mensaje y la Biblia, nos damos cuenta de que a Dios no solo le interesan los asuntos importantes de nuestra vida. Él está tan pendiente de cada detalle que hasta sabe cuántos cabellos tenemos en la cabeza. Nuestro Dios, quien creó las enormes galaxias y los sistemas solares, ¡tiene en cuenta algo tan insignificante como eso!

No hay nada que sea demasiado grande para nuestro Señor Jesús ni tampoco demasiado pequeño. Unas hormigas muy molestas habían invadido la casa de esta familia. Así como el Hermano Branham oró por las avispas que estaban en su patio, esta familia oró por las hormigas. Este es su testimonio:

Vivimos en una granja muy antigua y sinceramente se encuentra en muy buenas condiciones. Pero, al igual que todas las casas viejas, tiene grietas y hendiduras por las que entran pequeños insectos.

Desafortunadamente, nos estaban importunando las hormigas voladoras. Inspeccionamos la casa por todas partes a fin de encontrar por dónde se estaban entrando, pero fue en vano. Al final, consideramos usar insecticidas o trampas para ver si funcionaban, pero no nos quedaba mucho tiempo.

En unos días, hospedaríamos a unos visitantes. Necesitábamos una solución y muy pronto. Entonces me acordé del testimonio que publicaron hace poco en este sitio web, que trataba sobre una familia que necesitaba muebles y Dios les proveyó exactamente lo que les hacía falta. Lo único que debía hacer era pronunciar una oración simple y sincera, y creer que Dios se encargaría de todo.

Me arrodillé y le pedí a Dios que trasladara a las hormigas a otro lugar donde pudieran prosperar y que estuviera muy lejos de nosotros y de los demás vecinos. Y, gloria a Dios, ¡no nos volvieron a molestar desde ese día! Tengo la certeza de que Él las llevó a otra parte.

Me encanta saber que Él cuida de cada uno de nosotros, sin importar cuán importante o insignificante es nuestra petición. Oh, ¡cuánto lo amamos! 

Dios los bendiga,

La Hermana Kayla