27/07/2020
Hechos 19

11 Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo,

12 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.

Hechos 19:11-12

¡Recibimos el siguiente testimonio de parte de un hermano joven de Tanzania, ¡que creyó en la Palabra de Dios!

Sucedió junio del 2018. Sentí un dolor extraño en la garganta y en todo el pecho. Era tan doloroso que podía percibir olor a sangre por las fosas nasales. Fui a una cita médica en el Centro médico Regency, un hospital multi especializado, ubicado en Dar es Salaam. Los resultados mostraron un crecimiento en mi garganta y el médico concluyó que se trataba de cáncer. Simplemente me recetó algunos medicamentos y paracetamol; me molestó mucho que no podía tragarlos.

Me dirigí a otro hospital con la esperanza de obtener resultados negativos, pero fue en vano. Tuve que dejar de enseñar, puesto que el polvo de la tiza empeoraba mi condición. Estaba tan desesperado, como Eliseo frente al río Jordán. Silenciosamente busqué a Dios por meses, pero no recibí alivio. Luego le conté a mi pastor al respecto y él me dio un paño de oración de VGR. Creí con todo mi corazón que el cáncer había desaparecido.

En agosto del 2019, regresé al Hospital Regency por el diagnóstico. El médico me informó que el cáncer seguía allí, pero en estado latente. Mi fe aumentó más, pensé: "Solo creer, todo es posible". ¡Persistí!

En enero del 2020, asistí a la reunión para jóvenes del Tiempo a Solas, que se llevó a cabo en el zoológico de Dar es Salaam. En mi oración dije: "Señor, ¡gracias por mi sanidad!"

Al cabo de cuatro meses, ¡algo sucedió! Repentinamente sentí una fuerte necesidad de toser, lo cual me hizo escupir dos trozos de carne ensangrentados. Me asusté; así que me apresuré al hospital para un examen. Para sorpresa del médico, no detectaron ni un rastro de cáncer. Ahora me encuentro saludable. El Señor Jesucristo de Hechos 19 está aquí, el mismo ayer, hoy y por los siglos. A Él sea la Gloria por los siglos de los siglos.

Amén.

El Hermano Jacob Marwa

Dar es Salaam, Tanzania