10/09/2018
Encomiéndeselo

Así que Ud. solamente encomiende todo a Dios y siga sirviéndole a Dios tan feliz como pueda ser. Dios se encargará del resto.

Preguntas y respuestas, parte 1 (64-0823M)

Dios sabe todo. Él conoce nuestras necesidades más urgentes y también los asuntos insignificantes que tanto nos preocupan. No hay nada demasiado grande o demasiado pequeño para Dios.

A este hermano le preocupaba un árbol que creció demasiado en muy poco tiempo, por lo que suponía un peligro para su casa. Él se lo encomendó al Señor y se sorprenderán por lo que sucedió después. Este es su testimonio:

Espero que este breve testimonio anime a alguien a confiar en Dios. Él conoce nuestras necesidades.

Hace unos años, tuve un problema con un árbol que creció junto a mi casa. Lo corté, pero creció de nuevo y después le dejé de prestar atención. Se volvió tan grande y alto que suponía un peligro para mis hijas y su habitación. Era tan peligroso que no quería arriesgarme a cortarlo.

Pensé: “¿Qué voy a hacer? ¿Mis hijos y mi casa pueden terminar gravemente afectados?”. En mi corazón, dije: “Señor, no sé qué hacer, así que lo dejo a tus pies”.

Al cabo de unos días, salí con mi familia durante el fin de semana y, para mi sorpresa, cuando regresamos el árbol ya no estaba.

Me dirigí hacía el patio trasero de mi casa. El árbol lo habían arrancado de raíz y se había caído en el jardín del vecino, pero no los perjudicó. Dije: “Gloria a Dios”.

Fui a donde mi vecino para averiguar qué había pasado. Él me contó: “Por alguna razón, un viento fuerte lo azotó y lo arrancó de raíz”.

Agradezco a Dios porque Él es un pronto auxilio en la tribulación.

El Hermano John