20/08/2018
Cartas de prisioneros

Las cartas que nos llegan de prisioneros de todas partes del país son, como mínimo, conmovedoras; pero estas en particular podrían enternecer el corazón más duro. A continuación, leerán unos extractos de los cientos de cartas que mensualmente recibimos de los reclusos.

Gracias por los libros, me resulta fascinante que el Hermano Branham siempre se refiere a la Biblia para explicar el Mensaje.

Carolina del Norte

Soy parte de la Novia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, por fe y por Su gracia. Hace unos cinco años, solicité un paño de oración de los que el Hermano Branham enviaba a los enfermos. Lo recibí y puedo testificar que fui curado de tres enfermedades. ¡Toda la gloria sea a mi Señor y Salvador Jesucristo! Les pido que recuerden en sus oraciones al grupito de creyentes del Mensaje de este lugar. Somos diez hermanos y nos reunimos los sábados y domingos en la mañana. Leemos los mensajes del profeta. Actualmente estamos leyendo el libro Conducta, orden y doctrina de la Iglesia. Hace poco terminamos el libro de Las siete edades de la Iglesia y el de Hebreos.

Que Dios los bendiga, queridos hermanos.

Regocíjense en el Señor, ¡pues pronto vendrá!

Arizona

Valió la pena mi paso por la cárcel, pues hallé el Mensaje del Hermano Branham. He conservado la fe desde 1997

Washington

Los libros de la Palabra Hablada que me envían alimentan mi alma. Puedo testificar que mi alma se regocija siempre que leo esas palabras; ¡oh!, me alegra tanto que cada palabra es de Dios.

África

Nos enseñan que Dios no existe, lo que creía antes. Entonces terminé en prisión. Miraba mi entorno y me constaba que era cierto, pues un Dios bondadoso no permitiría un lugar así. Un día, alguien me dio el libro El Dios de esta edad perversa. Después leí uno y otro más; llegué a creer que existe un Dios real y está aquí mismo; pero solo hay que saber qué buscar. No podía comprender y después entendí. Las palabras del Hermano Branham permiten entender al Dios verdadero y su Palabra genuina. Gracias por posibilitar esto.

Sudáfrica

Busqué semejanzas con la Biblia. Estaba seguro de que encontré el Mensaje del Hermano Branham en el Antiguo Testamento. Después estudié más y creí que lo encontré en otros dos lugares en el Antiguo Testamento; luego en el Nuevo Testamento. Finalmente, apoyé mi Biblia sobre un libro de la Palabra hablada y lo vi como en una visión. Este Mensaje y la Biblia no tienen par; busquen tan a fondo como quieran. Este Mensaje concuerda con la Biblia en todo aspecto. Como cuando el Hermano Branham dice que la sombra y el objeto son iguales. Envíenme más, por favor.

Sudáfrica

Leí el Mensaje del Hermano Branham por un tiempo, pero nunca lo mencionaba. Entonces un hombre nos visitó. Era la clase de persona que quiere convertir a todos. Bueno, la mayoría condescendían, solo para que se marchara. Entonces llegó mi turno. Él quería saber si yo era salvo. En fin, estaba de mal humor, así que le dije: “Sí, antes de la fundación del mundo”. No le agradó mucho, entonces le mostré la escritura. Dijo: “Bueno, en ese caso, no hay necesidad de predicadores”. Respondí: “Sí, su trabajo es apuntar al profeta”. Dijo que yo estaba muy confundido y que hoy en día uno entra por medio del predicador. Le dije que oraría por su alma, le entregué El misterio de Dios y me fui.

Texas

Somos hispanos retenidos por ICE en Arizona. En nuestro grupo hay desde colombianos hasta mexicanos. Todos estamos ansiosos de regresar a casa, pues ahora estamos dedicados a una vida nueva. Todo empezó cuando unos cuantos hermanos de habla francesa recibieron libros de parte suya. Se emocionaron mucho; supongo que conocían los libros, pero nunca se tomaron el tiempo de estudiarlos. Muchos más se entusiasmaron, por lo que pedimos libros en español. Amigo, todos estamos gozosos ahora; nunca oímos algo semejante en nuestras iglesias; esto está vivo y es real. Les dijimos a los oficiales que queremos volver a casa; debemos regresar y contar la verdadera historia sobre el bautismo en el Nombre del Señor Jesucristo. Nuestra gente no sabe. Hay un deseo ardiente en nuestros corazones por hacer esto. Migramos a Estados Unidos por muchas razones, pero ahora sabemos que había una razón que desconocíamos. Amigos, Dios los bendiga a ustedes y al ministerio.

Arizona

Llevo más de treinta y cinco años aquí y he visto y oído de todo. Ahora veo que ustedes saben quién fue Melquisedec. Se debate mucho sobre este tema, pero yo tengo mi propia opinión y sin duda apreciaría la suya. Ustedes tienen un entendimiento profundo de la Biblia. No creo que Melquisedec era un hombre; Abraham habló con alguien, pero Melquisedec estaba allí mucho antes de que Abraham naciera. En fin, envíenme su material; me interesa.

Washington

Estoy cumpliendo una condena de 25 años. Recuérdenme en sus oraciones; acepto lo que sea que Dios quiera en mi vida. Lamento mi error, me he arrepentido y estoy dispuesto a pagar el precio. Que se cumpla la Voluntad del Señor y, si debo pagar el periodo completo, oro para que el Señor me permita pasarlo como Su siervo y testigo de este Mensaje y no en soledad, sino con la compañía del Mensaje del Hermano Branham. Lo puedo hacer por Su voluntad.

Sudáfrica

Cumplo cadena perpetua, soy rudo y permanezco aislado la mayoría del tiempo. Leí un libro del Hermano Branham. Por primera vez en mi vida, levanté la mirada llorando y pedí perdón. Me pareció que se debilitaba mi corazón, pero, como dije, soy rudo. Sé que algo sucedió, pues se me empañaban los ojos al escuchar a jóvenes de unos diecinueve años. Se parecían a mí cuando tenía cuarenta, sin esperanza alguna. Me temo que estemos perdidos. Valoro mucho los libros del Mensaje; es lo único que me queda.

California

Que digan lo que quieran. De todas formas, yo y mi celda creemos que esta es la palabra ordenada por Jesucristo.

Arkansas

Me senté en una mesa con otro hermano y conversamos sobre lo que hemos aprendido del Hermano Branham. Entonces llegó otro preso y preguntó si podía sentarse. Respondimos que sí. Le pregunté: “¿Por qué quiere sentarse con nosotros?”. Contó que llevaba caminado un rato y que se sentía atraído a nuestra mesa y quería averiguar de qué se trataba. Solo entre por esa puerta, hermano. Pareció que hablamos por unos minutos, pero, al mirar al reloj, habían pasado varias horas. El Señor es tan bondadoso.

California

Solo quería presentarme, me han transferidos seis veces a varias prisiones de Texas y, gloria a Dios, cuando llegué aquí, pedí que me bautizaran en el Nombre de Jesucristo. Por primera vez, el capellán dijo: “No hay problema, hermano”. Me levantó de donde estuve todos estos años, el Señor ha sido misericordioso conmigo. Solo quería compartir mi testimonio.

Texas

Pasé por la capilla y uno de los presos que iban a liberar al día siguiente, le preguntó al capellán cómo se llamaba. El capellán respondió y luego preguntó cuál era el nombre del Espíritu Santo. El capellán comentó: “No es el momento de discutir esto” y acabó con nuestra serie de preguntas y respuesta. Le pregunté a este individuo qué pretendía y él me preguntó si yo era padre. Afirmé y él dijo: “¿Es su nombre padre?”. Me reí y comenté: “¿A qué se refiere?”. Él aclaró: “Padre es un título. Hijo es un título. Piense al respecto” y se alejó. Yo dije: “Oiga, no se marche así”. Me dio su dirección y me dijo que ustedes me explicarían.

Arizona

Estoy muy agradecido por gozar de un Absoluto y por saber que tengo la Palabra para hoy. Hay demasiadas voces con muchos mensajes. Agradezco a Dios porque el Espíritu Santo me guía a la Verdad, ¡el mensajero de Dios de este día!

Florida