13/08/2018
Testigo

20 Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Hechos 4:20

En Sus últimas instrucciones, Jesús les dijo a Sus discípulos que fueran por todo el mundo a hacer discípulos, bautizarlos y enseñarles y, también, que testificaran de lo que habían visto y oído. Nuestro testimonio no siempre será aceptado, pero tenemos la promesa de que esta Palabra no volverá vacía. Podemos esforzarnos toda la vida por solo un convertido, pero nunca debemos olvidar que uno de ellos vale más que todos los éxitos mundanos que pudiéramos lograr en mil vidas.

Recibimos este testimonio de parte de un hermano que se encarga del mantenimiento de un crucero en mar abierto y, también, ha logrado mucho éxito en otra labor: ocuparse de los negocios del Padre.

En el año 2011 comencé a compartir la Palabra de Dios a la tripulación de los cruceros de nuestra compañía (P&O Australia Cruises) y nunca he desistido.

Estos creyentes, que provienen de varias denominaciones y distintas partes del mundo, están hambrientos por servir al Señor; sin embargo, la mayoría está atrapada por la doctrina de su iglesia. Así que llevo los últimos tres años compartiéndoles el Mensaje y, aunque en ocasiones me quería dar por vencido porque no parecía surtir efecto, sentía una carga en lo profundo de mi corazón que me motivaba a continuar.

El Señor siempre nos demuestra que estamos equivocados y que Su Palabra nunca regresará vacía.

Una noche —las reuniones comienzan entre las 11:00 p. m. y las 12:00 a. m. debido a nuestro trabajo—, luego de hablar sobre la ropa modesta, la Deidad Explicada y el bautismo en el Nombre del Señor Jesucristo, percibí una atmosfera distinta, por lo que me sentí dirigido a hacer un llamado al altar. En Su Presencia Divina, tres miembros de la tripulación pasaron adelante llorando y rindieron su corazón al Señor.

La semana siguiente los bautizamos, junto con dos adolescentes de Vila, Vanuatu, que se rindieron y fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo luego de que su madre les compartiera la verdad.

Desde el 2015, hemos bautizado a un total de siete tripulantes, de los cuales, tres han aceptado el Mensaje de la hora. Les di material del Mensaje y ahora Lo comparten con el resto de la tripulación.

Gloria a Dios por todo lo que Él ha obrado.

La paciencia ciertamente es una virtud.

Dios los bendiga,

El Hermano Anthony (Tony) Davis

Contramaestre de P&O Cruises Australia