11/07/2016
Cartas de prisioneros

Las cartas que nos llegan de prisioneros de todas partes del país son, como mínimo, conmovedoras; pero estas en particular podrían enternecer el corazón más duro. A continuación leerán unos extractos de los cientos de cartas que mensualmente recibimos de los reclusos.

Quería contarles que Jesús está creciendo en mi corazón. Al parecer voy muy rezagado, así que estoy apresurándome para adelantarme. Con cada libro que leo, siento que debería haber sabido todo esto desde hace años, pero en ese entonces me faltaba un maestro. Ahora los tengo a ustedes y quiero aprender todo lo posible antes de que se me acabe el tiempo. Aquí muchas molestias me afectaban antes, pero ahora pareciera que ya no me encuentro aquí; solo con escuchar a Dios hablarme por sus palabras. Los amo a todos y, aunque no estén aquí, algún día los saludaré cara a cara. Me encantan sus libros.

Arkansas

Señor Branham, perdóneme por favor. De verdad lo malentendí y siempre me advirtieron que no me involucrara en eso, que era falso. Pero su primer gesto fue enviarme libros, junto con la Biblia. Ahora bien, si está tan equivocado como dicen, ¿por qué habría de enviarme la Biblia para que pudiera comprobarlo todo? Por tanto, comencé la lectura y en el transcurso mi vida cambió. Cuanto más leía, más cambiaba. La gente se dio cuenta de que empecé a hablar del Mensaje. Un insolente se burló y me dijo: “Has de saber que está muerto”. Me estremeció. No lo sabía. Los libros rebosan de vida. Pasados unos días, alguien me preguntó: “¿De qué tratan estos libros?”. Le respondí: “De Jesucristo”. Me pidió prestado uno. Le comenté: “Dicen que Él está muerto”. Preguntó: “¿Quién, Jesús?”. Le contesté: “No, Él está vivo”. Irrumpió en mí como un rayo: ¡estos libros son la Palabra de Dios y no pueden morir en absoluto! Son las Palabras de mi Señor, las cuales impartió Su profeta, el Hermano Branham. Siguen siendo las Palabras de Jesús. Me fui al encuentro del insolente, pero ya lo habían trasferido. Estoy leyendo Muéstranos al Padre. No he podido detenerme desde hace dos semanas que comencé. Nadie habla sobre mi Jesús como el Hermano Branham. Gracias. Los amo a todos.

Nebraska

No se imaginan lo que se vive aquí. La primera vez que uno recorre el pasillo y luego entra al bloque de celdas, uno se siente aterrorizado, pero intenta mostrarse calmado. Aquí me quedaré los próximos años de mi vida y al parecer preferiría morir. Al anochecer, ruidos indescriptibles se empiezan a escuchar. Es simplemente horrible. Dudo que alguien duerma esa primera noche. El preso de la celda vecina me comentó que me veía terrible y le conté que no podía dormir en esas condiciones. Me dijo: “Tarda un tiempo, pero te acostumbrarás”. Le pregunté: “¿Cómo te mantienes cuerdo aquí?”. Me respondió: “Aquí tienes”, entregándome de su bolsillo un libro llamado Un profeta visita Sudáfrica. Levantó la mano e indicó: “Te calmará, ahogará los ruidos y te producirá paz. Basta con escribir a la dirección y leer cuanto puedas. Ya comprenderás”. Empecé a leer y no entendí mucho, pero él tenía razón. De lo que he leído en mi vida, nada me conmovió tanto. Les deseo bendiciones, pues me permitieron sobrellevar esta vida, y por favor envíenme más.

Nuevo México

Los cuatro que conformamos el grupo de compañerismo de la prisión, aquí en África, nos gustaría manifestarles nuestros elogios y gratitud por esta Palabra de Dios de nuestra edad. Dios los bendiga.

Sudáfrica

He estudiado el Cristianismo por 22 años, sirviendo fielmente a mi Señor Jesucristo. Otro recluso Cristiano me dejó un libro titulado Las siete edades de la Iglesia. Solo pude reaccionar con un “¡vaya!”. Nunca leí nada que fuera tan poderoso en la fe Cristiana y la historia. El Hermano Branham lo abarca todo. Qué revelación recibí. Por favor, sea como sea, envíenme una copia del libro trasformador.

California

A diario agradezco a Jesucristo por el Hermano Branham. ¡Siento que Jesús lo envió aquí para ayudarme!

Nebraska

Las bendiciones que recibimos de los sermones del Hermano Branham son invaluables. Solo la eternidad manifestará todo el aprecio que se les tiene por el servicio que brindan.

Carolina del Sur

El año pasado ustedes me enviaron la Biblia y libros del Hermano Branham. Me inspiraron grandemente y comencé compartir la Palabra. A un joven de 17 años lo enviaron aquí. Estaba asustado. Intentamos reconfortarlo y le compartí la Palabra y las enseñanzas del Hermano Branham. Al cabo de unas semanas, lo liberaron y le di la Biblia para que se la quedara. Pasadas otras semanas, recibí una carta de sus abuelos. Me contaron que se sorprendieron cuando regresó a casa con una Biblia y hablando de salvación y bautismo. Querían agradecerme por haber estado pendiente de él. Les indiqué que encontrarían la dirección en la Biblia. También, quiero agradecerles por ayudarnos a nosotros, los presos, a encontrar a Jesucristo mediante las Biblias y las enseñanzas del Hermano Branham. Jamás piensen que la obra es en vano.

Nebraska

Me gusta mucho leer los libros del Hermano Branham. Explica todo en términos sencillos para que yo entienda la Verdad y lo que son las denominaciones falsas. Sus enseñanzas me infunden fe y el conocimiento de un verdadero Cristiano. Les agradecería mucho que me enviaran más de sus enseñanzas, en español por favor.

Arizona

Muchísimas gracias.

Illinois

Me dieron lo más precioso que he tenido: la Palabra de Vida. Gracias y que Dios los bendiga por su trabajo.

Sudáfrica

Los saludo como uno que ha resucitado del sepulcro, pues, en efecto, sin Cristo estamos muertos. ¿Cómo puede alguien concientizarse de eso? Les diré, solamente por la Palabra de Dios impartida directamente por el profeta. Dios bendiga al Hermano Branham y el ministerio. La Palabra se está cumpliendo.

Sudáfrica

Gracias por la ayuda que me han prestado. Siempre que me encuentro en la presencia de Dios, tengo presente pedirle a Dios que los ayude a proseguir en la Obra que llevan a cabo en servicio de los demás, un ejemplo que me gustaría seguir. Y en el esfuerzo es descorazonador cuando lo rechazan a uno, dicen que no les interesa “eso de Jesús” y se burlan de la salvación.

Georgia

Hace poco soñé que leí el libro Los Siete Sellos y que al final el Señor me reveló que Su venida es inminente. Me pareció muy conmovedor y maravilloso. Por tanto, hago todo lo que sé a fin de prepararme para Su venida. Creo que con este Mensaje lo lograremos.

Alabama

Invierto mucho tiempo en explicarles a los demás la diferencia entre el Mensaje que predicó el Hermano Branham y las enseñanzas de las denominaciones. La mayoría de estas personas están atrapadas en sus credos equivocados de iglesia y no están conscientes, aunque sea tan claro como el agua. Aún con lo evidente que parece el bautismo por inmersión, sobrepasa el alcance de su visión y se quedan argumentando todo el día que me equivoco. Que Dios los ayude es mi oración. Recuérdenme en sus oraciones.

Georgia

Unos días después de que me encarcelaron, en enero, alguien me habló de Jesucristo y Su profeta. Me los presentaron a ustedes. He leído los libros desde entonces, pero nunca entendí bien hasta hace poco. Verán, terminé el libro Un profeta visita Sudáfrica y nunca en mi vida lloré tanto. ¡Qué hombre! ¡Cuánto sufrió! Mi esposa me visitó y me dijo: “Te ves cambiado”. Le conté que leí sobre un hombre que caminó con Jesús. Me preguntó: “¿De quién se trata?”. Miré sus hermosos ojos azules; sí, ella es bizca. En mi mente escuchaba al Hermano Branham relatar el caso del bebé bizco de ojos azules. Allí mismo, en frente de todos, perdí el control y lloré como un niño. Tuve que retirarme; lloraba, diciendo: “Perdóname, Señor. No la merezco, Señor; no soy digno de este Mensaje, Señor; no soy digno de pronunciar el nombre del profeta”. Por favor oren por mí. Sé que estoy perdonado y que fui salvado, pero no estoy seguro de mí mismo, de mi corazón. Tengo miedo.

Nebraska