Si cada cabello de nuestra cabeza esta contado y Dios ordena cada uno de nuestros pasos, entonces no existen coincidencias cuando se trata de la Novia o la Palabra. Siempre que leemos las palabras de la Biblia u oímos la voz del profeta, podemos estar seguros de que Dios sabía exactamente cuándo y dónde revelarnos Su Palabra. El siguiente es otro de esos testimonios:

Queridos santos,

El domingo, después de la iglesia, pasé con mi esposa junto a una casa y me detuve en un cruce de la calle de enfrente durante unos 15 segundos. Mi esposa señaló una estatua de María en el jardín delantero y comentó: “Mira esa estatua”.

Me volteé y en el mismo instante en que ambos miramos, oí al Hermano Branham decir en la cinta que sonaba en el auto: “Miren a María”. ¿Coincidencia? No lo creo.

Decidimos llamar a la puerta y nos enteramos de que eran refugiados sirios. Conseguí el número telefónico de un joven que vive allí luego de explicar lo que sucedió. Lo invité a nuestra iglesia y aceptó venir.

Estas cintas fueron predestinadas desde antes de la fundación del mundo; no son Mensajes antiguos, ¡son para hoy!, ¡para nosotros AHORA! Sólo pulsen "play" y crean.

Dios los bendiga ricamente en el Nombre de nuestro precioso Señor y Salvador Jesucristo.

Atentamente,

El Hermano Tye y la Hermana Faith Mckain

Australia