29/08/2016
La simplicidad

Para nosotros, lo más significativo no solo son las grandes bendiciones que el Señor nos da en nuestra vida, sino también los pormenores. La petición de este hermano puede parecer insignificante para muchos; pero, como fue prometido, nuestro Señor Jesús no pasó por alto su deseo.

Los ángeles de Dios acampan alrededor nuestro. Quizás esto parezca muy simple, pero yo sé que Dios también se encarga de los asuntos insignificantes. Esta mañana, mientras me preparaba para ir al trabajo, me puse unos pantalones vaqueros viejos que uso para trabajar, pues allá la ropa se ensucia y se estropea muy rápido; por tanto, no quería llevar unos pantalones nuevos. Noté que el bolsillo derecho tenía un agujero por el que se salían las monedas que guardaba y se resbalaban por la pernera izquierda del pantalón. Quería arreglar el bolsillo, pero no me quedaba mucho tiempo. Pensé: “Sí tan solo tuviera cinta plateada, haría un remiendo provisional por hoy y después del trabajo lo arreglaría adecuadamente.

Así que me fui a leer la Biblia y, entretanto, se disparó la alarma del detector de humo. Me pareció raro, ya que no había humo en la casa. Me acerqué y presioné el botón para apagarla y funcionó. Cuando hay humo o algo más sigue sonando, pero no fue así. La alarma solo se dispara sin razón cuando alguien presiona el botón. Entonces, noté que a un lado del botón había una tira corta de cinta plateada, la cual había usado para pegarlo a la pared. El soporte original se había estropeado. La longitud de la cinta era perfecta para arreglar mi bolsillo. Me avergüenza admitir que uso la cinta plateada de esa manera, pero estoy agradecido porque el Señor está pendiente de nosotros, aun cuando se trata de esas cositas insignificantes.

Gracias, Jesús. Bendito sea el Señor.

El Hermano Wayne

Canadá