24/08/2016
En momentos de necesidad

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía.

Salmos 84:11 y 12 

Hace un mes y medio se averió el aire acondicionado de mi casa. No disponía del dinero para repararlo, por lo que con mi esposa oramos para que el Señor proveyera una forma de arreglarlo. Entonces, llegaron los síntomas; en la casa la temperatura a veces superaba los 32 °C y por la noche bajaba un poco. Pasó el tiempo y un hermano nos recomendó que llamáramos a un técnico que conocía para que lo inspeccionara. Pidió 700 dólares por recargarlo o 3000 por instalar uno nuevo. Yo no podía costear ninguna de las dos opciones.

Los síntomas persistieron y el Señor me recordó nuevamente de nuestra oración. Entonces, otro hermano nos sugirió que dejáramos que otro técnico lo revisara. Recibimos su visita y nos informó que alguien había dañado la rosca de la válvula y que todo el freón se salió. Luego procedió a recargarlo y arreglar la válvula. Gastó tres tanques de freón, a un costo de 700 dólares. No tenía idea de cómo iba a pagarle.

Cuando terminó, le pregunté cuánto le debía (consciente de que no tenía con qué pagarle). Me miró, respondiéndome: “No me debe nada”. Pensé: “Señor, ¿será esto real?”. Luego me contó que el Señor le indicó que lo hiciera y me comentó: “Espero que esto fortalezca su fe”. Se lo agradecí y le expresé mi gratitud al Señor por fortalecer mi fe, pues Él es fiel. Los síntomas se manifiestan de muchas maneras, pero nuestro Dios trasciende los síntomas de este mundo.

El Hermano M. Tracy

Estados Unidos