12/09/2016
Ponerlo por obra

Con frecuencia oímos que la historia se repite. Cuando leemos o escuchamos la Palabra, cada historia tiene un significado que puede aplicarse a nuestra vida. Estas nos enseñan lecciones y, en ocasiones, nos encontramos exactamente ante la misma situación. El siguiente testimonio, que envió un hermano de la India, relata la historia de una hermana que quedó atrapada en una zanja con un enjambre de abejas furiosas.

Los saludo en el precioso Nombre de nuestro Señor Jesucristo:

Este testimonio trata sobre la Hermana Boni Kujur, de Kumargram Tea Estate, Bengala Occidental, India.

Como acostumbra, la Hermana Boni, partió con sus compañeros al jardín de té, donde se desempeñan como jornaleros. Una de sus tareas consistía en despejar una zanja que se había llenado de maleza. Entró a la zanja para arrancar los arbustos sin percatarse de la colmena de abejas que se hallaba debajo de los matorrales que habían crecido. En el proceso, la Hermana Boni golpeó la colmena con una herramienta parecida a un cuchillo largo que sirve para deshierbar. Las abejas salieron volando y picaron a sus compañeros, que se encontraban cerca.

Presos del pánico, no les quedaba más opción que huir del lugar y abandonar a la Hermana Boni. Indefensa y dentro de la zanja, no podía escapar lo suficientemente rápido. En ese momento, lo único que podía hacer era sentarse y clamar al Señor; allí, con las manos levantadas, empezó a adorar a Dios. Mientras clamaba y adoraba, las abejas se alejaron y regresaron a la colmena sin siquiera tocarla. Para su sorpresa, ninguna de las abejas se le acercó.

Regresó a casa ilesa, testificando sobre lo que el Señor había hecho por ella al librarla de una muerte segura. Ella se encuentra bien y agradece a Dios por el milagroso escape. Sigue regocijándose con la revelación del Mensaje y que la hora en tiempo presente le ha sido confirmada.

Él es el mismo Dios que descendió y, por medio de su profeta, les ordenó a las avispas que regresaran a su nido. 

Verdaderamente Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Dios los bendiga,

India