30/08/2017
¿Teme usted al cáncer?

No le tema a ese cáncer; Jesucristo sana al enfermo y al afligido. Sí podéis creer…

El pecado de la incredulidad (58-0517E)

Dios sana de maneras distintas. Todos queremos que el Señor se manifieste ante nosotros y nos conceda una sanidad instantánea y milagrosa. En ocasiones lo hace, pero en otras nos sana gradualmente o también usa a los médicos. No importa cómo nos sane, con milagros, medicina o médicos, Él merece el crédito de todas formas.

El siguiente testimonio de la India demuestra que Dios es capaz de curar el cáncer y aún obra poderosamente entre Su pueblo:

Este testimonio trata sobre mi madre, a quien le diagnosticaron cáncer de mama metastásico. En los resultados de la primera tomografía de enero del 2017 le aparecieron puntos por todo el cuerpo. El cáncer se había propagado por los ganglios linfáticos del pecho y la columna vertebral.

Empezó la quimioterapia en enero del 2017. Pedimos a la Novia de Cristo que orara por ella. Personalmente acudí al Señor con mucha desesperación. Entonces, recordé las palabras que le dijo el Ángel al Hermano Branham: “Si logras que la gente te crea y eres sincero cuando oras, nada impedirá tus oraciones, ni siquiera el cáncer”.

Presenté esas palabras ante Dios en oración. Su primera experiencia sobrenatural fue increíble. Cuando iban a suministrarle la primera dosis de la quimioterapia, la trasladaron de un edifico a otro en silla de ruedas. Cuando llegó a la habitación, me pidió que me acercara y me contó que, mientras la trasladaban, vio que alguien la acompañaba. Llevaba una vestidura blanca, pero su rostro no era visible; solo los pies.

Esta presencia nunca la abandonó y en ocasiones me comentaba que la acompañaba siempre que recibía quimioterapia. A veces podía percibir que alguien la seguía. Me contó que la primera vez que apareció esa Presencia sintió que había recibido sanidad.

En ocasiones, iba sola a Delhi por su tratamiento, viajando por su cuenta de ida y vuelta durante siete horas, pero siempre sintió que esa Presencia la acompañaba.

Luego de cuatro meses de tratamiento, perdimos toda la esperanza, pues los síntomas no mejoraban y el dolor persistía. También sufría de dolor neuropático y resultaba difícil distinguir qué producía el dolor. Perdió todo el cabello y se debilitó.

Los médicos la sometieron a otra tomografía y cuando salieron los resultados nos asombró que no mostraran ningún indicio de cáncer. 

Los médicos están atónitos de que un paciente se haya recuperado tan pronto de la terrible enfermedad. Creemos que el Señor demostró de nuevo que TODO es posible, si tan solo creemos. “Si logras que la gente te crea y eres sincero cuando oras, nada impedirá tus oraciones, ni siquiera el cáncer”. Esta promesa se cumplió de nuevo.

Hermanos, agradezco a todos por sus oraciones. Esto ocurrió únicamente por la Gracia del Dios todopoderoso y las oraciones de los santos. Gracias al Señor por esto y gloria a Su Nombre. Que este testimonio magnifique Su Nombre.

Ravi Lall

India

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