Este fue el último sermón que el profeta predicó en el amado Tabernáculo Branham. Él tomó su texto de Génesis, donde dice que Adán y Eva comieron del árbol prohibido en el huerto, y luego leyó de Segunda de Tesalonicenses, donde Pablo nos advierte que no nos dejemos mover fácilmente de nuestro modo de pensar, que no nos conturbemos por espíritu y también que no permitamos que nadie nos engañe porque viene la apostasía.
Ustedes pronto notarán que las profecías de Pablo y del Hermano Branham se están cumpliendo ante nuestros ojos en este día moderno. Prepárense, pues estamos a punto de escuchar un sermón que nos dejará ver claramente el mundo malvado en el que vivimos.
Este sermón está disponible en 34 idiomas, así que lo escucharán decenas de miles de creyentes de todo el mundo. Esperamos con ansia reunirnos a escuchar al profeta exponiendo El edén de Satanás. Estas son algunas citas sobresalientes.
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Pero yo pensé que trataría de hacerles pensar en algo con estas Escrituras que tengo apuntadas aquí, algo que les ilustraría para saber, y hacer de Uds. mejores soldados en el campo en el cual están peleando ahora, para aprender bien las tácticas del enemigo para que puedan bloquear todo antes que les llegue. ¿Ven?
Pero en cuanto a los engaños del enemigo, nunca hemos tenido un día como éste en que ahora estamos viviendo.
El dios de este mundo...La persona adorada por este mundo hoy en día, es Satanás, y la gente ignorantemente están adorando a Satanás. Pero es Satanás personificándose como la iglesia ¿ven?, como la iglesia. Adoran a Satanás, pensando que están adorando a Dios a través de la iglesia, pero es la forma en que Satanás lo ha hecho.
Aquí vemos la Venida del Señor y el recogimiento a El, como Dios en realidad recogerá Su pueblo a El mismo en los días finales, el recogimiento de la gente al Señor. No a la iglesia, sino al Señor. El recogimiento es a El.
Es la iglesia, ahí es donde uno tiene que vigilar, ¿ven? No son los comunistas los que engañarán a los Escogidos, es la iglesia la que engañará a los Escogidos, ¿ven? No son los comunistas. Sabemos que ellos niegan a Dios y son anticristos. Seguro que lo son, en cuanto a principios, pero ellos no son el anticristo. El anticristo es religioso, muy religioso, y puede citar la Escritura y hacerla parecer tan clara, como Satanás hizo allá en el principio.
Cada hijo y cada hija de Dios estaban en Dios en el principio. Ud. ahora no lo recuerda, pero allí estaba. El lo sabía y El deseó que Ud. llegara a manifestarse, para así El poder hacer contacto con Ud., hablar con Ud. y amarle y darle un apretón de manos.
¡Dios es justicia! El Reino de Dios fue establecido en justicia, en paz y en vida; el de Satanás está establecido en pecado, y ¡pecado religioso!
A la verdad él ha tenido un éxito maravilloso, al realizar sus amenazas, y eso ha sido por causa de que la gente en cada edad le ha permitido explicar hasta la nada el valor de la Palabra de Dios prometida a esa edad. Así es exactamente como él lo ha hecho. En cada edad él la ha explicado hasta dejarla en cero.
Si Ud. es simiente de Dios, un atributo, un hijo de Dios, entonces la Palabra de Dios está sembrada en Ud. ¿Ve? Y entonces cuando Ud. escucha la Palabra de Dios: “Mis ovejas oyen Mi Voz, a los extraños no seguirán”.
Y en esta edad religiosa—grandes iglesias en cada esquina. Todo por completo viene a terminar en Satanás siendo adorado. Aquí está, aquí mismo en la Biblia.
Y está saliendo ahora la última llamada para alertar a la Novia antes de que ella se meta en eso. Porque una vez en eso, ella ha tomado la Marca de la Bestia y queda condenada. Nunca saldrá de ahí. Por eso dice: “Salid de en medio de ella, pueblo Mío”, antes de subir con El. ¿Ven? “Salid de en medio de ella y apartaos”.
Nosotros no tenemos que entenderla. La creemos porque Dios dijo que así es, y eso lo concluye para siempre, el asunto completo. Esa es la forma en que nosotros lo creemos.
El Espíritu Santo es una acción en Ud. Es una Vida, no una emoción, ni cierta clase de evidencia carnal, sino que es una Persona: Jesucristo, la Palabra de Dios establecida en su corazón para vivificar toda palabra de esta edad.
A mí no me importa lo que sea, ¿ven? Si es algo en contra de la Palabra de Dios, párese Ud. firme en contra de ello. Ese es su enemigo. Cualquier cosa que esté en contra de la Palabra es su enemigo.
Dios hizo al hombre, varón. El hizó a la mujer, hembra, y los vistió diferente y Su intención era que ellos permanecieran distintos y que actuaran distintos. Una es femenina y el otro es masculino.
Satanás ha triunfado en pervertir y en apoderarse de este mundo, haciéndolo su reino, sobre el cual el hombre fue puesto con libre albedrío para que escogiesen por sí mismos qué clase de vida deseaban. Eso muestra lo que está en su corazón.
Sin embargo, algún día Dios lo recuperará por medio de un hombre. Fue entregado por una mujer, pero fue redimido por un hombre, el Hombre Jesucristo, el Cual es la Palabra.
Ahí Dios estará con Sus verdaderos atributos, hijos e hijas, donde El podrá confraternizar con ellos en santidad, con sus ojos cegados a todo pecado. De ahí en adelante no habrá más pecado.
Esforcémonos por entrar allá, porque ese es todo mi propósito: algún día entrar en aquella Ciudad. Y poder mirar hacia atrás, y ver que todos Uds. me estén siguiendo, marchando, cuando cantemos: “Cuando los santos marchen ya. Señor yo quiero entrar allá, cuando los santos marchen ya”.