02/09/2015
Yo lo presencié

En marzo de 1956, la Ciudad de México fue consciente del ministerio de Malaquías 4. Entre las preparaciones de las reuniones no hubo mucha publicidad. De hecho, el único anuncio se publicó en un periódico de “chismes” que mencionó que un evangelista norteamericano tendría una serie de reuniones en la plaza de toros local. Pero esa situación cambió rápidamente cuando comenzaron a circular los rumores de que multitudes de gente estaban recibiendo sanidad y que había un profeta de Dios en el púlpito.

Las noticias de lo que Dios estaba haciendo en la ciudad se difundieron y hoy en día aquellos acontecimientos todavía resuenan en la boca de muchos. Este es el testimonio de un hermano que gozó del privilegio de asistir a esas reuniones. El Hermano Enrique Vallejo, de la Ciudad de México, era un adolescente que se sentó en la parte del frente, cerca de la plataforma. El siguiente es un extracto de su testimonio que le permite declarar: “Yo lo presencié”.