13/08/2020
Artículos archivados

El siguiente artículo se publicó originalmente en la edición de abril de 1951 de la revista La Voz de Sanidad. Es un resumen y una continuación del artículo impreso en mayo de 1948 sobre las reuniones del Hermano Branham en Saskatoon y la sanidad de una joven llamada Judith Phillips.

Fotografía de Judith publicada junto con su historia en la edición de mayo de 1948 de La Voz de Sanidad. Ahora lea la carta de su madre, escrita cuatro años después.

Niña con cuerdas vocales cortadas canta por radio

Sanada hace 4 años en la reunión de Branham

Saskatoon, Sask.,

9 de marzo de 1951

Querida Hermana Lindsay:

A los cinco años, Judith, nuestra hija, empezó a quedar ronca gradualmente hasta que al final solo podía susurrar. Después de un largo período de tratamientos y diagnósticos, se decidió realizar una operación debido a un crecimiento en sus cuerdas vocales. Todo marchó bien por un tiempo; pero, a los tres meses, volvió a aparecer; hicieron otra operación y, en tres meses, otra. En total, se realizaron tres operaciones en nueve meses y, en la última, el crecimiento estaba demasiado grande y era muy difícil de extirpar, por lo que volvió a caer en su garganta. El médico que la atendió me dijo que casi se ahoga antes de que pudieran sacarlo y en la prisa le lastimaron las cuerdas vocales.

Antes de cada operación, los crecimientos en su garganta parecían prácticamente asfixiarla y en las noches solo podía respirar apoyándose en almohadas. Después de las tres operaciones, el tumor volvió a crecer cada vez peor. Mi esposo y yo nos dimos cuenta de que en todas las consultas médicas no podíamos encontrar ayuda para solucionar el problema. En ese momento decidimos que solo el Señor podía encargarse de la situación.

Leí sobre el don de sanidad del Hermano Branham y los pañuelos ungidos que enviaron. Inmediatamente solicité uno y lo coloqué en su pijama como me lo indicaron. La respiración de Judith se normalizó, pero aún no podía hablar más fuerte que un susurro. El 30 de julio de 1947, la llevé a la línea de oración mientras el Hermano Branham estaba en Saskatoon. El procedimiento para la línea de oración se llevó a cabo como en todas las reuniones del Hermano Branham, y cuando llegó el turno de oración de Judith, empezaron la línea rápida. Sin embargo, cuando Judith se acercó al Hermano Branham, le rodeó las rodillas con los brazos y sollozó. En su compasión por los niños, oró de inmediato por ella como si estuviera en la línea lenta. El Señor le reveló al Hermano Branham cuál era la necesidad: nuevas cuerdas vocales. El Hermano Branham le dijo a Judith que hablara y, al cabo de tres días, ella comenzó a hacerlo; después de susurrar por más de un año y medio. Ella comenzó a cantar Solo creed. Al principio parecía como un gallo que acaba de descubrir que tiene voz, pero animándola a hablar y no susurrar, lo que hubiera sido más fácil, ella empezó a cantar y hablar normalmente. En Navidad, cantó como solista en el concierto de Navidad y también cantó aquí en la estación de radio. Ahora es la imagen de la salud y le encanta cantar para el Señor.

Nuestra oración es que Dios continúe usando al Hermano Branham para sanar a los enfermos y lo mantenga saludable.

 Cordialmente,

La señora Paul Phillips