10/08/2016
Cruzando fronteras

El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

Isaías 9:2

El fuego del avivamiento que encendió las aldeas de Malaui hace algunos años alcanzó a su país vecino Mozambique. Con el último informe del Hermano Saidi y el equipo nos enteramos que otras sesenta almas rindieron su vida al Señor Jesús.

Quiero informar que el equipo misionero de VGR cruzó la frontera con Mozambique para llevar a cabo una serie de reuniones de cintas.

Este fue el primer viaje que emprendimos a Mozambique, el cual fue prácticamente un éxito, a pesar de que surgieron algunos contratiempos.

El viernes por la tarde, el equipo partió de la base y pasó la noche en la ciudad limítrofe con Mozambique. Por la mañana, cruzamos el puesto de control de la frontera entre Nayuchi y la provincia de Zambezi, Mozambique. Al otro lado, los hermanos que nos invitaron nos brindaron una afectuosa bienvenida. De inmediato nos dirigimos al sitio de la primera reunión. El ejército garantizó nuestra seguridad; los oficiales del gobierno ya sabían de nuestra visita y nos concedieron el permiso de organizar reuniones en la zona. 

Con toda confianza los muchachos comenzaron a instalar el equipo e inmediatamente se despertó el interés de la gente. Después de colocar la música, el público empezó a aumentar. Era la primera vez que los habitantes de esa zona presenciaban algo así. En menos de nada, el lugar estaba lleno de personas que sin duda disfrutaban el ritmo de la música.

Cuando nos disponíamos a presentar al Hermano William Branham, el generador empezó a fallar, lo cual interrumpió el desarrollo de la reunión. Los muchachos se esforzaron y batallaron hasta lograr que sonara la cinta.

La gente prestó mucha atención; no querían perderse ni un segundo de la cinta que escuchaban. Con razón sesenta personas rindieron su vida para que los bautizaran en el Nombre del Señor Jesucristo.

Fue muy difícil llegar a las aguas bautismales. El único lugar con suficiente agua se encontraba muy lejos del sitio de la reunión. En nuestra camioneta Ford Ranger efectuamos varios viajes para llevar a la gente al servicio bautismal. No fue fácil, pero no había otra alternativa; esas personas estaban desesperadas.

Alcanzamos a bautizar a cuarenta y cinco personas, pero anocheció y tuvimos que posponerlo. No consideramos seguro conducir a esas horas de la noche transportando a la gente de un lugar a otro. Confiamos en que los hermanos locales bauticen a los demás.

Mientras trasladaba a los hermanos del bautisterio, la gente seguía congregándose en el sitio de la reunión para que el equipo organizara otra. Pero era imposible, el generador ya se había averiado por completo.

Esa zona es muy prometedora y la gente está hambrienta de la Palabra. Esta reunión apenas fue el preámbulo; es necesario que regresemos a culminar la obra que empezamos.

El domingo las personas que bautizamos se reunieron a la sombra de un árbol con motivo del servicio.

Los hermanos tenían planeado otro alcance misionero con cintas el domingo, a las afueras de la ciudad. Pero teniendo en cuenta los problemas con el generador, decidimos realizar la reunión de cintas dominical en otro lugar. El recorrido fue largo y agotador, en medio de la selva. Era pura selva, pero fue maravilloso anunciar la voz del profeta a los que viven en las zonas remotas de África.

Los muchachos conectaron el equipo por fe, sin saber si el generador funcionaría esta vez.

Y miren que el generador funcionó muy bien, a pesar de que la luz roja de advertencia seguía encendida. Luego de algunas canciones, dejó de trasmitir electricidad. Los muchachos decidieron cambiarlo a la tercera salida de corriente; por lo menos funcionó, pero no como debería. Pudimos escuchar la cinta y bautizar a cuatro personas en el Nombre del Señor Jesucristo.

Los habitantes de Mozambique claman por nuestro regreso. Es un área bastante extensa donde hay gente que necesita escuchar la voz del profeta, el Hermano William Branham.

Gracias por sus oraciones.

El Hermano Saidi

Oficina de VGR de Malaui

Fotografías

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