28/12/2020
Trabajo remoto

El coronavirus ha sido una plaga para el mundo, pero la Novia se ha regocijado en torno a la Palabra por la oportunidad de pasar más tiempo en familia, más tiempo estudiando la Palabra y más tiempo en oración.

Este hermano italiano recibió una bendición inesperada cuando el virus aquejó a Italia:

Queridos hermanos y hermanas:

Me gustaría compartirles un testimonio y confío en que aliente a alguien. Desde que acepté a Cristo y Su Mensaje en mi vida, he sufrido persecución, como burla y rechazo. Hace dos años, gané un concurso interno de la empresa donde trabajo para ascender a un empleo de oficina. Pensé que las personas en la oficina se comportarían más civilizadas, más aquietadas con un vocabulario más limpio, pero al poco tiempo me di cuenta de que estos compañeros eran iguales, o aun peores. Cuando se enteraron de que soy Cristiano, no fumo, no bebo, no voy a sus fiestas, surgieron problemas en la oficina.

Soporté desprecio tras desprecio, a veces acciones mal intencionadas y mentiras en el ámbito laboral, en especial por parte de un colega. Viví una situación oscura y de depresión. Regresaba a casa llorando y nervioso. Lo único que me aliviaba era escuchar al profeta, hablar con el Señor y saber que en casa tengo a alguien que me ama.

Empecé a suplicar desesperadamente al Señor Jesús que me ayudara y obrara justicia en mi favor. También oraba en la oficina, al escribir mi oración como correo electrónico para mi JEFE, el verdadero JEFE, el REY de reyes. Hoy, sé que ÉL recibió y leyó todas mis cartas. ¡Alabado sea Dios!

En septiembre de 2019, me enteré de que la empresa dio la posibilidad a los empleados de trabajar desde casa una vez a la semana. Pensé: “¡Vaya!, puedo solicitar eso para estar libre de estas personas al menos un día a la semana, en calma sin la presión del enemigo”. Así que hablé con mi gerente, quien respondió: “Más adelante veremos”.

Cierto día, estaba escuchando la cinta ¿Por qué clamas? ¡Di! (63-0714M) y me impactaron estas palabras del Hermano Branham:

Fe es una visión de largo alcance. No baja su mira. Se mantiene en el blanco. ¡Amén! Cualquiera que es bueno para disparar sabe eso. ¿Ven? Que es de largo alcance. Es un—es un telescopio. Es un binocular, con el cual no se mira aquí alrededor. Uno no usa los binoculares para ver qué hora es; ¿ven?, uno no los usa así. Pero se usan los binoculares para mirar allá lejos. 163 Y la fe hace eso. La fe levanta los binoculares de Dios, ambos, ambos lados, el Antiguo y el Nuevo Testamento, y ve toda promesa que Él ha hecho. Y la fe lo ve allá lejos, y la fe escoge eso a pesar de lo que diga el tiempo presente aquí. Ella mira allá al final. No ajusta la mira para ver hacia acá. Ella mira allá lejos. Ella mantiene el hilo cruzado perfectamente fijo en la Palabra. Eso hace la fe. Esa es la fe que está en un hombre la que hace esas cosas.

¿Por Qué Clamas? ¡Di! (63-0714M)

Esto me reconfortó mucho y por esa época llegó el coronavirus, por lo que la compañía decidió que todos los empleados trabajaran remotamente a tiempo completo. Hoy el trabajo remoto se ha vuelto habitual y estable. Dios me ha concedido muchas bendiciones en esta época, como nunca antes, tanto en lo espiritual como en lo material. Como en los días de Gedeón, el rocío cubrió todo con excepción de aquel vellón. Las plagas y la muerte caen en todos lados, excepto en SU pequeña Novia. Él ha sido muy bondadoso con mi familia. Lo amo a ÉL con todo mi corazón. Me concedió más de lo que pedí; no solo uno, sino cinco días de trabajo remoto. Y cuando Satanás pensó que me había privado de la iglesia, Él proveyó una “iglesia remota” también, ¡una Iglesia de la Cintas en casa! En verdad Él se preocupa por nosotros; solo tenemos que echar mano de esos binoculares y mirar más allá de lo que nos rodea. Él responde nuestras oraciones a Su modo particular y en Su debido tiempo.

Dios los bendiga,

Italia