Y entonces Ud. siendo Su hijo e hija, Ud. es parte de Ella, y eso lo hace a Ud. parte de Él. Por eso venimos a reunirnos en compañerismo alrededor de la Palabra de Dios.

Y el primer hombre que Él creó fue un hombre espíritu, y él fue hecho a la imagen y a la semejanza de Dios. Y después Él puso a este hombre en carne, y el hombre cayó. Entonces Dios descendió y tomó la imagen de hombre, para que así pudiera redimir a ese hombre caído.

Para que todo aquello que permanezca en Su canal, en Su línea de Palabra, tenga que producir exactamente lo que dijo Su Palabra que sería. No se puede mover de allí. Está canalizado perfectamente.

Pero si esa sabiduría es contraria, si esa sabiduría no es la sabiduría correcta de Dios, sabiduría Divina, y viene a ser sabiduría natural: a mí no me interesa cuánta ciencia tengamos, ni cuánto más, ni educación, es del diablo. Se los probaré, el Señor mediante en unos minutos. Eso es del diablo.

Y nosotros somos el pueblo privilegiado que Dios ha escogido, de la tierra, para que pudiéramos ver y entender estas cosas; que no es alguna mitología, invento de alguna mente carnal de una persona. Es la Palabra de Dios manifestada, probado, de que Ella está correcta. Probado, no por la ciencia, sino por Dios, que Ella está correcta.

En estos seis mil años, él ha formado (no creado), sino que deformado toda la tierra de Dios; sus criaturas, los animales, cruzando, hibridando árboles, plantas, humanos, y aun la religión, la Biblia, la iglesia; a tal punto que ha completado su propio huerto del Edén, por la ciencia, todo impulsado por la ciencia.

El hombre está podrido. Toda la raza humana está corrompida. Todo es como fue en la época antediluviana. Está completamente contrariada, volteada, diferente de la línea recta en que Dios los plantó.

El propósito de Satanás, desde el Edén, era de hacerse él mismo un Edén; y levantarse en lo alto, para que las estrellas de Dios lo alabaran (los hijos), lo alabaran. Y definitivamente él lo ha llevado a cabo. Ahora, y habiendo hecho esto, e introduciéndolo en la iglesia,

Pero estoy tan gozoso de que Dios está al cuidado de nosotros nuevamente, que Él aún puede moverse para enfrentar esta condición. Él prometió que lo haría, y llamó a una manada pequeña la cual sería Su Novia.

Y solamente hay una cosa que puede vivificar la Palabra, y ése es el Espíritu, porque Él es el Dador de Vida a la Palabra. Y cuando la Vida en la Palabra encuentra la Vida del Espíritu, produce lo que sea la Simiente.

Si nosotros amamos las modas de la tierra, el mundo, si nosotros amamos las inclinaciones del día, si nosotros consideramos que “éste es un momento maravilloso, ¡oh, tenemos todas estas cosas!”, si Ud. piensa así, es porque su pensamiento está errado; está pervertido por el diablo. “Porque si Ud. ama al sistema del mundo, y las cosas de este mundo presente, es porque el amor de Dios ni siquiera está en Ud.”. Recuerden eso.

Dios, Roca mía, ampáranos hoy (¡Oh, Dios!), cuando estos venenos vuelan hacia todas partes en el nombre de la ciencia y la educación: ampáranos. Guárdame hasta ese día (¡Oh, Dios!), es mi oración.

Así parece ser hoy, es muy difícil para la gente humillarse a la Palabra de Dios. Ellos, ellos sencillamente no quieren hacerlo. Ellos se humillan al credo de la iglesia, seguro, pero no a la Palabra de Dios.

Todo su sistema organizacional es del diablo; es la marca de la bestia, en la Biblia.

Por tanto, Uds. estuvieron en los lomos de Jesús, y fueron al Calvario con Él. Uds. murieron con Él, y Uds. resucitaron con Él. Y hoy estamos sentados en lugares Celestiales en Él, llenos de Su Espíritu, hijos e hijas de Dios. Morimos con Él, resucitamos con Él.

Pero, hermano, hay una cosa de la que sí me puedo jactar, me puedo jactar de mi Señor Jesús, Quien me ha redimido. Y con Su poder transformador plantó una simiente, por predestinación, y yo vi Eso. Entonces ¿de quién soy hijo? Sí. Yo puedo jactarme de Él.

Los verdaderos creyentes predestinados, se quedarán con la Palabra porque ellos son parte de esa Palabra.

Él anhela tener compañerismo con Ud. Él lo está anhelando a Ud. Él quiere transformarlo a Ud. por la renovación de su mente, no a la iglesia o a la denominación, sino a Su Palabra, de la cual, Ud. es parte si ese deseo está en Ud.

Esa Palabra tiene que cumplirse, ¡es la Palabra de Dios! Plántenla en su corazón, si Uds. quieren irse en el Rapto. Si Uds. quieren ser Cristianos genuinos, denle cabida a esta Palabra.

Dios, transfórmanos hoy, por Tu Poder, por la renovación de nuestras mentes, para cambiar de estos elementos mezquinos de este mundo actual, a la Palabra de Dios. Y permite que nosotros seamos renovados por el Poder transformador de Dios cayendo sobre la Simiente que está en nuestro corazón, lo cual creemos, transformándonos en criaturas llamadas hijos e hijas de Dios.