El Hermano Branham se encontraba en su casa de Tucson Arizona, cuando lo invitaron a predicar el mensaje del domingo por la noche en la Asamblea de Dios Grantway. Él tomó su texto de Salmos 42 y predicó un sermón titulado Sed.
Estas son algunas citas sobresalientes.
Entonces me puse a buscar y a pensar en esta palabra, “sed”, entonces la busqué en el diccionario, para ver el significado. Y esto es lo que dice Webster: “Es un deseo doloroso”, algo doloroso, cuando Ud. quiere algo tanto que se le vuelve doloroso.
Ahora hay dos tipos de sed diferentes. Hay una sed física; y también hay una sed espiritual.
Nosotros vemos allí el gran problema de hoy: que demasiadas personas tratan de vivir en medio de esos dos deseos. Pues, uno de ellos desea las cosas de la tierra, el otro desea las cosas del Cielo.
Muchas veces Ud. encuentra, cuando oran por Ud., en una reunión, por sanidad Divina, luego, al día siguiente Ud. encuentra, sin duda, que el diablo lo empeora el doble que el día anterior. ¿Ven? Recuerden: eso sólo es Satanás intentando desviarlo a Ud. de la bendición que Dios tiene para Ud. ¿Ve? No le hagan caso a ese tipo. ¿Ven? Siempre sigan adelante.
Mientras sean humanos, hay algo en ellos, una sed natural, clamando por Dios, de alguna parte.
A menos que yo Te encuentre, Señor, pereceré. ¡Yo—yo—yo no puedo seguir a menos que Te encuentre a Ti!”. Y cuando un hombre o una mujer, muchacho o muchacha, tiene ese tipo de sed de Dios, él va a encontrar algo. ¿Ven?
Ahora es una edad pervertida. Y Satanás está pervirtiendo toda esta sed que Dios puso en Ud., para que tuviera sed.
¡Dios quiere que Ud. tenga sed de Él! “Como el ciervo brama por la corriente de agua, así clama mi alma por Ti, oh Dios”.
Porque hay algo dentro de nosotros, lo cual queremos reunirnos el uno con el otro; sólo es natural. Y ahora nos reunimos aquí en un terreno común, lo cual, es porque todos estamos sedientos de Dios.
Ahora, uno no puede pasar el pecado por las páginas de esta Biblia. No, lo detiene; Ella lo filtra.
Entonces no puede haber satisfacción hasta que esta Palabra, la cual es Dios, cobre vida en Ud.; luego Ud. ve a Dios Mismo cumpliendo las promesas que Él hizo en la Biblia.
Y cuando Dios hace una promesa, y luego viene y cumple esa promesa, eso es la interpretación de la promesa.
Ud. dice: “Si yo hubiera vivido en los días de Jesús, yo hubiera hecho tal y tal”.
Pues, Ud. está viviendo en Sus días. ¿Qué estamos hacienda al respecto? ¿Qué estamos haciendo?
Pero cuando Dios, esa sed santa de ser como Él, y luego Ud. ve que Su Palabra está en Ud., confirmándose Ella Misma, que Ud. es siervo Dios. Lo que diga Dios, Ud. lo cumple al pie de la letra, entonces Ud. está viniendo por el proceso correcto para satisfacer esa sed santa que hay en Ud.
Déjenme decirles algo: Cuando uno está alabando a Dios, en Espíritu y en Verdad, cuando se le vuelve una costumbre hacerlo, porque Ud. piensa que debería hacerlo, porque piensa que si Ud. no grita o da brincos o danza con la música, su vecino va a pensar que Ud. está descarriado, Ud. está tomando de un arroyo estancado.
Esos discípulos no Lo podían entender, pero Lo creían. ¿Ven? Correcto. ¡Si uno Lo cree! Yo no puedo entender muchas cosas. Yo de todas maneras Lo creo (¿ven?), porque Dios dijo que así era.
Ahora, Ud. no puede hacerlo, Ud. no puede satisfacer esa sed santa con nada menos que Dios Mismo viviendo en Ud., en la Persona del Espíritu Santo.
Uno sólo conoce a Dios por medio de una experiencia. Uno no puede recibir Esto por la educación, ¡nace en uno!; es algo que Dios le da.
Y déjeme decirle, amigo: a mí no me interesa a cuántas iglesias Ud. se una, cuántos nombres inscriba, en cuál dirección va, ni si se rocía o se bautiza, o como sea con Ud.; ¡no es sino hasta que Ud. conozca esa Persona, Jesucristo! Eso, eso es lo único que realmente lo saciará.
Y ¿por qué queremos tomar un substituto, cuando hay un bautismo genuino del Espíritu Santo que satisface cada fibra y deseo del alma humana?
¡Si uno Lo cree! Yo no puedo entender muchas cosas. Yo de todas maneras Lo creo (¿ven?), porque Dios dijo que así era.
Por su deseo, se sabe quién está en el trono de su corazón.
Ud. pide avivamientos, Ud. espera que su iglesia tenga un avivamiento. Bueno, ése no—ése no es el avivamiento para Ud. El avivamiento debería comenzar ahí mismo en Ud., cuando Ud. empieza a tener sed de Dios. Quizá no haya otro miembro de la iglesia queriendo ese avivamiento. Si brota en Ud., brotará en otros lugares.
Por tanto, si Ud. ignora darle al Espíritu Santo la Palabra de Dios, Ud. morirá.
Y así es con un verdadero Cristiano genuino. Ellos no quieren las cosas del mundo. Ellos solamente comen la Palabra de Dios, y solamente Eso; lo que está limpio, el Filtro de un hombre que piensa. ¿Ven?, ellos pasan por Eso, y Eso solamente. Las cosas muertas del mundo, eso apesta para ellos.
Esperen hasta que Uds. enfrenten la realidad alguna vez. No intenten Uds. detener ese silencio santo. No le disparen con una escopeta de doble cañón de lo moderno y la educación. Hagan Uds. caso de esa advertencia del Espíritu Santo, en esta noche, que les está advirtiendo: “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre, sino por Mí”. Y Él es la Palabra.